La Ciudad Autónoma está retirando los símbolos que hacen referencia al franquismo del Llano Amarillo y tiene previsto someter el conjunto monumental a una mejora que lo convierta en zona de esparcimiento.
Ceuta se comenzó a despedir ayer de los últimos vestigios del franquismo que todavía quedaban expuestos públicamente con la retirada del Llano Amarillo del nombre de Franco, que estaba grabado en el monolito principal del conjunto monumental. Esta acción supone el comienzo del fin del último rastro del Régimen que todavía quedaba en Ceuta después de que se quitara el monumento a los pies de Franco de las inmediaciones de la ermita de San Antonio, el mástil principal del Cañonero Dato y los símbolos franquistas de los cuarteles. Los siguientes pasos que se darán, y que requerirán de maquinaria especializada, serán la retirada del escudo falangista (formado por el yugo y las flechas) del monolito del Llano Amarillo y la supresión de la fecha (17 de julio de 1936) de las escalinatas principales del mismo, lo que dejaría el monumento con su aspecto original.
Según escribió el historiador Francisco Sánchez, el monumento del Llano Amarillo, obra del arquitecto Francisco Herranz, fue inaugurado en el valle de Ketama (Marruecos) el 12 de julio de 1940, para conmemorar las maniobras militares celebradas entre el 5 y el 12 de julio de 1936, organizada por el Gobierno de la República. En el mes de mayo de 1962 fue trasladado a Ceuta y ubicado en su emplazamiento actual.
El propio Sánchez describe así el Llano Amarillo: “Se trata de un amplio conjunto monumental constituido por una escalinata en varios niveles que permitía una ascensión, tanto física como visual hacia el monolito de 15 metros de alto que formaba el núcleo fundamental de la obra con una elaboración de imágenes procedentes de varias corrientes, aunque primaban las futuristas. El monolito asume una imagen muy geométrica y a la vez dinámica, rematada en una fuerte curva bajo la que sitúa el escudo nacionalista y sendos cuerpos a modo de alas”. El propio Francisco Sánchez ya proponía mantener el monumento del Llano Amarillo quitando el nombre de Franco, los símbolos del Régimen y cambiando la fecha que hay grabada por la del 12 de julio de 1936, que era la que aparecía en un principio en el monumento y que conmemoraba unas maniobras militares.
La intención de la Ciudad Autónoma es someter esta zona a una remodelación y adecentamiento que sirva para “poner en valor el monumento” y “recuperarlo como zona de esparcimiento”, sumándolo al futuro cercano parque periurbano de Santa Catalina. Para ello han recogido varios proyectos realizados por arquitectos de la Ciudad en los que se llegaría a incluir la construcción de una cafetería, aunque todavía está por concretar qué pasará finalmente.
A día de hoy, el Llano Amarillo es el único símbolo franquista que queda expuesto en España junto a la estatua de Franco que hay en la muralla de la ciudad vieja de Melilla. Ambas ciudades autónomas han visto cómo en los últimos meses retiraban otros símbolos, como el del monumento a los caídos que hay en Melilla.