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Una estación marítima ya decorada con motivos navideños sirvió de escenario de despedida a 50 subsaharianos que partieron a la Península
Un grupo de 50 subsaharianos marchó ayer a la península, como parte de las salidas que está acelerando el CETI para rebajar la ocupación actual. Una ocupación que le ha llevado a colocar inestables tiendas del Ejército (dos salieron volando en la madrugada del lunes) en donde duermen en malas condiciones los inmigrantes, expuestos al temporal que se está produciendo en estos días.
Madrid y Córdoba son los puntos de destino de los hombres y dos mujeres que ayer tomaron la estación marítima para, móviles en mano, hacerse sus últimas fotografías en la ciudad en donde han permanecido los últimos tres o cuatro meses. Atrás dejan entradas marcadas, muchas de ellas, por el miedo a perder la vida. Y es que la amplia mayoría cruzó a Ceuta en patera, hacinados en embarcaciones que partían de las costas marroquíes en muy malas condiciones. Hoy todo aquello está olvidado. Porque se abre la posibilidad de marchar al otro lado para, al menos, buscar la forma de salir adelante. Compatriotas del CETI que partirán en breve acudieron a la navideña estación marítima a despedirles.
Mientras, al centro del Jaral siguen llegando otros subsaharianos, destacando la mayor entrada de mujeres. Así la pasada madrugada se atendió a 7, que tuvieron que recibir ropa seca y atención de Cruz Roja. Dos mujeres fueron localizados en la carretera de Benítez en torno a las 5.00 horas. Naturales de Mali, estaban completamente empapadas. Poco antes se habían presentado en la Jefatura Superior, tres varones con dos mujeres más. ¿La vía de entrada? Desconocida.