El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha reanudado este viernes el juicio seguido por delito de blanqueo de capitales que ha sentado a 12 personas en el banquillo de los acusados, entre ellas una agente de la Policía Local.
El letrado Mario Gil Pacheco, que defiende los intereses de M.A., excuñado del señalado como cabecilla de esta trama, se ha opuesto a los hechos manifestados por la Fiscalía en base a los que relaciona a su cliente con un delito de blanqueo de capitales procedente del narcotráfico.
Con un informe sencillo y directo, Gil Pacheco ha ido abordando las piezas de un tablero para dibujar un escenario en el que M.A. se presenta alejado del ámbito delincuencial. No hay prueba, no la hay ni directa ni indiciaria, por lo que ha solicitado una sentencia absolutoria en base al principio constitucional de presunción de inocencia e in dubio pro reo, de igual manera que lo hicieron los letrados que le han precedido en la lectura de sus informes.
El abogado ha sido muy crítico con la investigación de la Guardia Civil, denunciando la “falta de transparencia” que han tenido los agentes, así como de “objetividad”, indicando que, por ejemplo, se han “ocultado datos” que venían a demostrar que su patrocinado no estaba inmerso en actos delictivos.
Basta un ejemplo: “No tuvieron en cuenta un préstamo personal que pidió mi cliente. ¿Dónde está la transparencia de la Guardia Civil aquí? La transparencia se demuestra presentando todos los documentos que tenían en sus manos”, pero en este caso no lo hicieron hasta que fue el propio letrado el que tuvo que aportar la documental para constatar ante la Sala que había un dinero cuya procedencia era lícita al proceder de esa gestión bancaria.
“Ese préstamo personal vino a desmontar toda la teoría de la Guardia Civil”, ha denunciado.
“Han ocultado muchos datos perjudicando seriamente a mi patrocinado”, ha apuntado, poniendo de manifiesto que M.A. ha podido justificar su vida laboral, sus ingresos y gastos amén de evidenciarse que, al menos en su caso, no tiene “un incremento patrimonial” que pudiera ser asociado a un blanqueo.
“¿Cómo puede hablarse de objetividad y transparencia si realizan una averiguación patrimonial conforme a sus intereses?, ¿cómo pueden hablar de ingresos injustificados si ni tan siquiera han tenido en cuenta los préstamos de mi cliente?”, ha denunciado, lamentando la temeridad a la hora de hacer un informe por parte de la Guardia Civil sin corroborar datos sobre la situación económica de su cliente.
El coche quemado que todavía está pagando
Gil Pacheco ha ido enumerando las justificaciones ajenas a lo considerado delictivo tanto de la casa de su cliente como de un coche modelo Audi Q5 que pudo adquirir con la ayuda de su padre y que terminó, tras ser intervenido en esta operación, calcinado en las instalaciones que debían estar bajo control de la Guardia Civil en el puerto. Su cliente sigue pagando las mensualidades, no tiene coche y además este está quemado sin que le hayan resarcido por ello.
“A pesar de ser acreditado documentalmente” la ayuda de su padre “siguen reflejando en el informe de la Guardia Civil que la transferencia la hizo mi cliente. Como esto, un montón de errores”.
Para esta Defensa los instructores que han llevado a cabo la investigación en la Benemérita no son de fiar y el único motivo que ha hecho que su cliente se va sentado en el banquillo es “por ser novio de la señora Ángela”, en referencia a la hermana del cabecilla fugado.
“De no haber sido su pareja hoy no estaba aquí sentado. Se está hablando de un entramado familiar con el que mi cliente no tiene nada que ver”, ha insistido.
Mario Gil Pacheco ha informado a la Sala de que, contrario a lo mantenido por la Fiscalía, no existe prueba directa ni tampoco indiciaria contra su cliente, que ha podido demostrar que los ingresos son lícitos, fundamentando así la adquisición de los bienes que haya podido tener.
Sobre el hallazgo de 67 relojes en la vivienda que compartía con su exnovia o de un doble fondo con dinero, el letrado ha denunciado que ya Fiscalía no refleja ese número en su informe y que ni siquiera la letrada de la administración de Justicia expuso en el acta levantada tras el registro que existía ese doble fondo. “¿Se pone en duda el acta de la letrada?”.
“Mi cliente”, ha defendido Gil Pacheco, “se ha puesto a disposición del juzgado, ha aportado todo”, yendo con la verdad por delante, solicitando prestar declaración en el juzgado para acreditar su inocencia. No sé el motivo por el que está aquí sentado porque no hay indicios”, ha sentenciado, negando que haya pruebas para vincular su relación ni con blanqueo ni con una organización criminal y denunciando que una acusación de este calado no puede nutrirse solo en meras conjeturas o sospechas.
Gil Pacheco insiste en que no han sido acreditados los hechos que se le imputan a su cliente y que se ha pretendido dibujar una especie de traje para asociarlo a la comisión de esos delitos sin tener una fundamentación que lo avale. No hay indicios que vínculos con actividades del narcotráfico ni aumento patrimonial.