La crisis sanitaria provocada por la pandemia ha tenido un enorme impacto sobre el mundo del trabajo. No solo en términos de destrucción de empleo, pérdida de ingresos y aumento de la pobreza, sino también de impactos destructivos sobre la salud. Los profesionales de la salud han arriesgado su salud para proteger la nuestra, incluso enfermando de COVID-19.
La pérdida temporal o definitiva del empleo y la exposición laboral a los contagios han tenido también un enorme impacto psicológico, provocando serios daños mentales por haber perdido el empleo, o por miedo a perderlo, o por temor a contagiarse en el puesto de trabajo o en los trayectos para ir y venir del trabajo. Muchos profesionales han informado de síntomas de depresión o ansiedad durante la pandemia. El mundo del trabajo y toda la sociedad ha quedado psicológicamente lesionada.
De ahí que los sindicatos hayan alzado la voz este pasado 28 de abril con motivo del Día Internacional de la Salud Laboral. La Confederación General del Trabajo (CGT) denunciaba que en este día “no toca celebrar absolutamente nada atendiendo a lo que ha ocurrido en los últimos meses de pandemia”, donde se ha podido evidenciar la precariedad laboral, “detonante de los numerosos daños a la salud y a la vida de quienes se ganan la vida en condiciones lamentables”.
Para Miguel Montenegro, secretario general de CGT Andalucía, Ceuta y Melilla, se ha antepuesto la economía a la vida de las personas “como se pudo comprobar en los primeros meses de la pandemia cuando muchísimos trabajadores acudían a sus puestos de trabajo sin medidas de seguridad para protegerse de la enfermedad que nos ha dejado el coronavirus”.
“Las empresas han obligado en muchos casos a sus plantillas a trabajar aun sabiendo que estaban poniendo en riesgo sus vidas”, continuaba. A los trabajadores que tienen una enfermedad, las empresas están siempre intentando cuestionar los informes médicos en su beneficio y hacer daño en la salud de los trabajadores. A muchos se les está mandando a trabajar con altas médicas derivadas de las mutuas”, ha explicado.
Además, y por desgracia, según este sindicato, esta actitud unido en ocasiones a la falta de rapidez por parte del Gobierno central a la hora de tomar decisiones y poner en marcha medidas para proteger a las personas trabajadoras, se ha traducido en muertes y contagios entre los trabajadores “derivadas de la falta de protección en hospitales, centros de salud y lugares de trabajo”. “Profesionales sanitarios que carecían de todo tipo de equipos de protección con falta de mascarillas y que todos sabemos que tenían que ir con bolsas de basura en un principio”.
En este contexto se celebra este año este Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, en el que la OIT se encuentra activamente involucrada desde 2003 a propuesta de los sindicatos. Para los sindicatos de la ciudad no solo es un día para conmemorar y recordar a todas las víctimas, sino también para “reflexionar sobre lo sucedido” y para renovar el compromiso frente a esta pandemia laboral de consecuencias tan letales como son los accidentes y enfermedades del trabajo.
“Desde CGT se vuelve a reivindicar el fin de la precariedad laboral, principal causante del terrorismo patronal hacia las personas trabajadoras”. También recordamos la importancia de trabajar en la prevención de riesgos, para que se convierta en un conjunto de medidas reales y efectivas para proteger la salud y la seguridad de nuestra clase”, concluía Montenegro.
Para Comisiones Obreras se debe centrar la atención en la necesidad de anticiparse ante los riegos, es decir de la prevención, invirtiendo en sistemas “resilientes” de salud y seguridad en el trabajo. Porque, lo que está claro, es que los que tenemos no son suficientes y que necesitan actualizarse en lo que parece “un buen momento para hacerlo” tras 25 años desde que se promulgó la Ley de Prevención de Riesgos Laborales española.
La Ley de Prevención de Riegos Laborales debe actualizarse
Para CCOO es obligado hacer balance del nivel de implantación que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales tiene en nuestro país, y la aceptación que ha conseguido en sus veinticinco años de vida para integrar en el pensamiento de las personas el principio de seguridad y salud en el trabajo.
“La seguridad y salud debe estar en el mundo de las ideas del pensamiento empresarial y así, y sólo así, estaremos contemplando una relación laboral de los trabajadores en un contexto seguro, saludable y enriquecedor. Los tiempos de crisis no tienen por qué ser inseguros, todo lo contrario, son momentos de asegurar perfectamente los recursos de explotación y poder aprovechar los cambios para mejorar como empresas y en las cuotas de mercado”, insistían desde Comisiones Obreras.