¿Cómo debe ser el acompañamiento musical que acompañe a un paso de Cristo? ¿Y a un paso de Misterio? ¿Y al paso de palio?
Hace algún tiempo que escucho comentarios en referencia sobre qué le pondría cada uno a su devoción. Voy a intentar plantear un debate sano y respetuoso, ofreciendo mi opinión a ese respecto.
La primera reflexión que hago la transmito a modo de pregunta: ¿Acompañamos a nuestras imágenes con la formación musical que pensamos que más les va?
Cuando alguien me ha pedido ayuda para elaborar un repertorio, siempre planteo una cuestión: ¿Cómo queréis sonar en la calle? Es una pregunta que no todas las Hermandades se hacen y sin la cual se puede establecer una línea a seguir. Esto, por supuesto, debe venir precedido por unos cimientos consistentes en cuanto a que se tenga claro de qué tipo de Hermandad estamos hablando.
Una vez expuesta esta pequeña introducción, voy a poner varios ejemplos prácticos sobre el uso de la música con respecto a la iconografía. Pongamos como ejemplo un crucificado. ¿Qué pega y qué no con un crucificado? ¿Cornetas y tambores? ¿Capilla musical?
En Cádiz, Buena Muerte lleva capilla; en Puerto Real, el Cristo del Perdón lleva capilla; en San Fernando, Buena Muerte va en silencio…
¿Esto significa que todos los crucificados tienen que ir con el mismo tipo de formación? ¡Claro que no! Depende del día, depende de cómo sea la imagen, de cómo vaya vestida, del exorno floral, del tipo de trono, de cómo sea la Hermandad, etc.
Pongamos más ejemplos. Humildad y Paciencia de San Fernando lleva agrupación musical; Humildad y Paciencia de Cádiz lleva cornetas y tambores; Humildad y Paciencia de Jerez lleva capilla. Misma iconografía en tres sitios de Cádiz y tres maneras de percibirlo.
Pero, a más modos que haya de verlo… siempre hay unos patrones que te indican el camino a tomar. Por ejemplo, si hablamos de un prendimiento, beso de Judas, Santa Cena, Borriquita, desprecio de Herodes… ¿No es lógico pensar que lo que le va a esta iconografía –por norma general– es la agrupación musical?
Hay sitios donde salen crucificados desde el Domingo de Ramos. Ahora, pensemos en estos días: de Domingo de Ramos a Miércoles Santo. ¿El tipo de banda va a ser la misma que la de un Jueves o Viernes Santo? Me parece evidente afirmar que no. Dependiendo del tipo de Hermandad que seas, desde el Domingo al Miércoles puedes usar cornetas y tambores. Si hablamos de un misterio grande, inclusive puedes poner agrupación…
…Pero llega el Jueves y no todo tiene por qué ser cornetas y tambores. Si lo haces, debe ser el repertorio más clásico y más puro que puedas elaborar. Marchas muy elegantes y muy serenas. Lo pide el día, lo pide la imagen…
Y llega el Viernes. Las cornetas se antojan más difíciles este día. Si hablásemos de un Cristo que aún está vivo (Expiración, por ejemplo) podría llegar a plantearse, pero con estos condicionantes. Un repertorio fúnebre a más no poder. Y clásico.
Mi pasión por un crucificado, dentro del acto de contrición que forma parte de la Semana Santa, es intentar lograr que la música que acompañe sea la más acorde a ese momento. Y si hablamos de Cristo muerto, lo que le va a ese momento es, desde capilla, cornetas y tambores, o bien una banda de música con marchas fúnebres dedicadas a Cristo (“Oremos”, “Nuestro Padre Jesús”, “El Cristo de la lanzada”, etc.). Marchas que pueden llegar a sonar hasta eucarísticas. Veo apropiado este uso no porque me guste más, sino porque creo que, en según qué casos, funciona muy bien. En Ceuta, no estamos acostumbrados a eso (a ver una banda de música tras un Cristo) pero no es nada raro. Un ejemplo de ello podría ser la Expiración de Málaga.
La capilla, también da ese toque de elegancia y espiritualidad que no va a tener con las cornetas y tambores el Viernes Santo y que siempre va a ser más acorde al día y a lo que representa.
En resumen, creo que la música te la marca la iconografía, te la marca el día y te la marca la Hermandad.
Esto me lleva al tema de los repertorios. ¿Los repertorios se hacen a partir de lo que le podría ir a cada imagen o influye nuestro gusto personal en demasía?
Cada vez es más común escuchar “marchas” que parecen más una copla. O incluso bandas sonoras épicas. ¡Eso no es una marcha procesional! El sentido de una procesión se desvirtúa y se devalúa con este tipo de música.
Por tanto, aunque lleves un conjunto de músicos conforme al día y a la imagen… el repertorio debe ser exquisito y coherente con la Hermandad. Esto, no se cumple en la mayoría de los casos, en mi opinión.
Esto no quita que respete profundamente a todo el mundo, porque cada persona siente su fe de un modo único y se emociona con según qué músicas. ¡Y eso merece todo el respeto!
Por eso, me parece todavía más difícil saber diferenciar lo que te gusta ¡De lo que procede! Es un acto de abstracción difícil.
Ya que soñar es gratis… ¿Creen que hay algún acompañamiento que vaya mejor en cada procesión? Yo voy a mojarme.
El Dulce Nombre lleva agrupación musical. Creo que, en un Misterio de estas características, es lo más acorde y apropiado. Un ejemplo de estilo musical dentro de la agrupación sería el de Redención de Sevilla, ya que su repertorio está centrado en iconografías previas a la Pasión de Cristo.
El Medinaceli lleva agrupación musical. En mi opinión, le iría muchísimo más una banda de cornetas y tambores. Por el tipo de iconografía, no solo hay que pensar en cornetas y tambores al uso. Son tantos los estilos que se han creado a lo largo del tiempo, que el que acompañaría en perfecta consonancia a esta devoción, sería el de toque clásico.
Vera Cruz lleva cornetas y tambores. Con independencia al cambio de día, para mí, antes que cornetas y tambores, le iría mucho mejor una capilla musical acompañada de una escolanía por la sobriedad que daría al momento. Sin embargo, la elección de una banda de cornetas y tambores a la nueva iconografía de Stabat Mater, no se despega de un corte clásico y fúnebre. Un ejemplo de este tipo de repertorio sería el de las bandas de Centuria Macarena y Esencia.
…Pero llega el Jueves y no todo tiene por qué ser cornetas y tambores. Si lo haces, debe ser el repertorio más clásico y más puro que puedas elaborar. Marchas muy elegantes y muy serenas. Lo pide el día, lo pide la imagen…
El Nazareno lleva a la banda de guerra del Tercio Duque de Alba II de la Legión. Para mi gusto, le iría una agrupación musical estilo a Los Gitanos de Sevilla. Por supuesto, mantendría a los legionarios en el encuentro. Entiendo que es algo castizo, propio de nuestra ciudad, pero también creo firmemente en que, con una agrupación, el caminar del Señor sería más acorde a lo que representa.
Flagelación lleva cornetas y tambores. Podría decirse que, por el tipo de misterio, tal vez, le iría bien agrupación musical (algo que ha llevado). Sin embargo, el cambio a cornetas y tambores le ha hecho ganar mucho. Este sería un claro ejemplo donde hay que aplaudir la decisión de cambiar, pues ha sido a mejor. Una de las referencias similares a esta iconografía es la Hermandad de las Cigarreras de Sevilla con su banda de cornetas y tambores.
El Caído lleva agrupación musical. Teniendo en cuenta la iconografía, de dónde viene (ese recorrido tan largo) y adaptar el andar a esa distancia, creo que lo idóneo para esta imagen sería una banda de cornetas y tambores con estilo Triana.
Encrucijada lleva agrupación musical. En lo personal, creo que una banda de cornetas y tambores le iría mejor, siempre con estilo clásico.
Humildad y Paciencia lleva cornetas y tambores. Lo adecuado para la imagen. El estilo más apropiado para la misma, según mi parecer, sería el de una banda bajo el sello del Sol de Sevilla.
Descendimiento va en silencio. Lo adecuado.
El Valle lleva capilla musical. Lo adecuado.
Buena muerte va en silencio. Este caso, es uno de esos donde pueden funcionar desde cornetas y tambores a capilla musical. Tendría que ser un repertorio tremendamente serio. Siempre hay que buscar algo en consonancia a lo que representa, iconográficamente hablando. Si fuese música de capilla, habría que hablar de autores como Pantión, Font, Gómez-Zarzuela, Paulina Ferrer… algo en esa línea. También es válido ir en silencio.
La Expiración va en silencio. Una banda de música le iría muy bien. Incluso podría llegar a plantearse una agrupación musical.
Santo entierro lleva banda de música con tambor a paso lento. Creo que le iría bien ir tanto en silencio como con capilla musical.
Resucitado lleva agrupación musical. Me parece bien, no obstante, también creo que funcionaría bien con una banda de música.
Mención aparte tendrían los palios. En un palio, lo más coherente es una banda de música.
Después de muchos años de ver pasos con uno y otro estilo, creo que se todos podemos saber qué le va a cada cosa.
Las agrupaciones, por otro lado, se han ganado el derecho de ser un relevo en muchos pasos que acuden a las mismas. Hay grandes composiciones para agrupación musical, marchas de gran calidad para esta formación de viento-metal y que dignifican una salida procesional.
Lo único que expongo (con todo respeto) es que creo que hay procesiones donde funciona mejor una banda de música, dotándolas de un sentido musical notorio y de una plasticidad imponente en la calle.
A raíz de reflexionar sobre estos temas, me surge una pregunta: ¿Si no pudiesen encontrar una banda de música a tiempo para su palio y tuviesen a disposición una agrupación musical, harían uso de ella para su salida procesional?
En mi modesta opinión, es mejor salir en silencio pues, estéticamente, no creo que funcione. Su sitio, para mí, está detrás de los pasos de misterio.
Que esto no se malinterprete jamás como una crítica hacia ninguna banda, nada más lejos de la realidad. Las bandas trabajan todo el año y se adaptan a lo que les piden, a tal punto que tocan adaptaciones para agrupación de marchas que, originalmente, son para banda de música dedicada a imágenes Marianas.
¿Y ver a un Cristo acompañado de una banda de música? ¿Está fuera de lugar?
No sé si por moda, pero hay mucha reticencia a ese cambio. Y es que, en algunos pasos de Cristo, funcionaría tremendamente bien.
Supongamos que, desde los inicios del género procesional, existiese una clasificación que dijese que, tras los pasos de Cristo, solo pueden acompañar o bien agrupaciones musicales o bandas de cornetas y tambores. De ser así, grandes obras para banda de música dedicadas a Cristos, no existirían.
Asimismo, sería de resaltar que, una vez te has hecho a ver a una imagen de Cristo y la relacionas con su marcha… no imaginas esa escena sin esa banda sonora que forman inexorablemente la imagen de Cristo, asociada a su marcha. ¿Alguien se imagina a Nuestro Padre Jesús Nazareno de Jaén sin oír la marcha “Nuestro Padre Jesús” del maestro Cebrián?
Una banda de música siempre nos va a dar una gran sonoridad. Y siempre y cuando hagamos un buen repertorio, vamos a dotar de una mayor solemnidad nuestra salida procesional.
En la medida de lo posible, creo que habría que ser abiertos de mente y plantear esta cuestión de un modo respetuoso, pero sin titubeos. Hay auténticas joyas musicales compuestas para Cristos a los que, dichos sones, dotarían de una majestuosidad sin parangón cada salida procesional. Amén de aportar una distinción y un sello único a las Hermandades.
Como he dicho a lo largo de este texto, lo importante es que la música vaya en consonancia con el misterio a representar y con el carácter que tenga la Hermandad. Por ejemplo, un misterio de una Borriquita, va a funcionar mejor con agrupación musical.
¿Y quién decide cuál será el acompañamiento musical a llevar tras cada paso?
Hay algunas Hermandades que, en mi opinión, no tienen clara su identidad musical. Esto es lo primero que habría que tener claro siempre.
La capilla, también da ese toque de elegancia y espiritualidad que no va a tener con las cornetas y tambores el Viernes Santo y que siempre va a ser más acorde al día y a lo que representa.
Por último y para acabar, quisiera pedir respeto:
Para todas las Hermandades que intentan cambiar. Los cambios no son fáciles y, a veces, se hacen críticas que no son nada constructivas. Se requiere de valentía para cambiar las cosas.
Para todas las bandas y agrupaciones musicales, que están trabajando todo el año, perfilando y mimando los repertorios.
Se puede discrepar en algunas cosas (yo lo he hecho a lo largo de este texto) pero siempre razonando y justificando por qué. Y con respeto absoluto hacia todos.
Dejar claro que lo expuesto en este artículo viene dado por mis vivencias personales y no de Ceuta solamente, sino de otros muchos lugares. Por tanto, en ningún caso se habla de nadie en particular. Ni banda ni Hermandad.
Asimismo, subrayar que esto no pretende ser ni tan si quiera una guía; es una opinión personal y nada más.
Eso sí, creo que era importante plantear estas cuestiones que muchos comparten, pero luego no suelen decir públicamente.
También cabría resaltar que cada Hermandad es un mundo. Hay quien no puede costearse una banda de música y por eso acepta llevar a una agrupación que les hace un precio asequible. Hay quien ni se plantea hacer ningún cambio pues no sabe hasta última hora si van a salir o no, por la falta de costaleros…
Hay que respetar a todo el mundo. Y hay que valorar los grandes esfuerzos que hace cada Hermandad por sacar a la calle a sus Sagrados Titulares de la forma más digna posible año tras año.
Hay que tener en cuenta que la cultura puede ser diferente con respecto a otra tierra. Por tanto, los ritmos van a influir en la forma de andar, etc. También hay que respetar profundamente las tradiciones populares que tenga cada lugar.
En nuestra ciudad, además, tenemos el hándicap del tema del barco. Esto muchas veces, dificulta y mucho el traer bandas a Ceuta (porque se dispara el precio por el transporte).
Cada Hermandad, tiene que hacer números anualmente y buscar lo que más le conviene en términos de calidad-precio. Esto, no es nada fácil.
Y, por supuesto, hay que poner en valor a esas bandas que buscan que el repertorio sea acorde al momento que narra cada paso, así como la estética de la Cofradía.
Lo fundamental, dejando de lado lo que se lleve, es y siempre será el repertorio.
Pero teniendo en cuenta que, quien manda, por encima de todo, es la iconografía junto al día y no lo que le guste a cada uno/a.