El Servicio de Emergencias 061 y la Policía Local atendieron ayer sobre las 19.30 horas a un hombre que se precipitó por la cuesta que conecta Teniente Coronel Gautier con calle Nicaragua –la bajadilla– tras tropezar con uno de los socavones que salpican este acceso próximo a sus casa en Galo, relataron los testigos.
Esta persona mayor golpeó con la cabeza contra un vehículo y se abrió una brecha en la ceja izquierda y otra en la nariz, de las que brotaba abundante sangre, narraron los vecinos. “¿Tiene que pasar una desgracia para que se decidan a prestar atención a la calle Nicaragua?”, se preguntaron antes de recordar que la Ciudad Autónoma ya recibió escritos y comunicaciones verbales sobre su preocupación. Sin dudarlo, los residentes encontraron la explicación al incidente en el “abandono y la dejadez absoluta” de la zona donde hay “desperfectos, basura y ratas”.