Las tres personas implicadas, de una u otra manera, en el servicio llevado a cabo en la tarde y noche de este pasado viernes en Ceuta por la Guardia Civil -que comenzó con la persecución a una moto de agua y terminó en el hospital- están en libertad.
Los dos ocupantes de la moto, en la que nada se encontró después de ser registrada de manera exhaustiva con ayuda de un can del servicio cinológico, quedan en calidad de investigados no detenidos. A uno de ellos se le tomó declaración en la misma noche del viernes, en las dependencias de la Guardia Civil, quedando libre. Al otro se le tomó declaración ayer mismo, en el hospital, en donde permanece ingresado después de haber sufrido lesiones durante la fuga protagonizada para que no le dieran alcance los componentes del Servicio Marítimo. También quedó en calidad de investigado no detenido.
Hubo una tercera detención, la de una persona que acudió al hospital, sabedor de que una ambulancia trasladaba a uno de los ocupantes de la moto. Allí protagonizó un incidente con un componente del Instituto Armado, ante quien opuso resistencia cuando este procedía a su identificación, llegando a golpearle. Por eso se le detuvo, por un delito de resistencia que le llevó a comparecer a vista judicial, negándose a aceptar una conformidad ofrecida de 4 meses de prisión. Quedó en libertad con cargos a la espera de juicio.
Los hechos que han derivado en estas tres intervenciones comenzaron en torno a las seis de la tarde, cuando el Servicio Marítimo inició la persecución a los ocupantes de una moto de agua que, lejos de obedecer las órdenes de parada dadas por los agentes, emprendieron la huida.
Esta terminó con la caída de ambos al mar y el traslado de uno de ellos al hospital, con lesiones en uno de los brazos. No se ha determinado el motivo por el que evitaron detenerse ante los agentes.
Mientras la ley siga siendo tan indulgente, seguirán los malhechores a sus anchas, sin respeto a la Justicia. Me imagino la desmotivación de los Guardias Civiles, quienes se esmeran en hacer bien su trabajo, se juegan la vida y los sinvergüenzas entran por una puerta y salen por la otra.
El motivo? Tener ocupada a la patrullera de la GC para que otros tuvieran el camino libre.