La sección sindical de Tu Abandono Me Puede Matar en Ceuta ha hecho un balance, y no precisamente positivo, del aniversario de la dirección al frente del centro penitenciario Fuerte Mendizábal.
Un periodo que consideran “convulso” que comenzó con promesas de “continuidad”, pero que pronto “adquiere otro rumbo en el que su gestión no destaca por la mejora de las condiciones y el entorno de trabajo de los funcionarios, generando un clima laboral negativo cuya primera consecuencia es el descontento y la insatisfacción creciente de gran parte de los trabajadores”, explican en un comunicado.
“Nos encontramos ante una dirección mucho más autoritaria, que en lugar de estudiar la implantación de medidas que motiven a la plantilla se cierra al diálogo con nuestra organización sindical, despreciando los métodos y las formas del anterior director que se mostraba notablemente más receptivo y hábil en su relación con los agentes sociales”, explica el sindicato.
Pérdida de confianza y nula comunicación
Para la representación sindical en nuestra ciudad, “resulta lamentable que el incumplimiento de los acuerdos, la pérdida de confianza y el escaso intercambio de información describan la tónica habitual en las relaciones entre el equipo directivo y el sindicato mayoritario del centro (TAMPM), cuyo único canal de comunicación que se establece en la práctica es el registro de documentos”, denuncian.
Denuncian que en el mes de julio del pasado año se elige para el relevo de la nueva dirección a quien hasta entonces estaba al frente de la Subdirección de Tratamiento, “sucesión un tanto inusual en la Institución Penitenciaria puesto que habitualmente es el subdirector de Seguridad el designado para el cargo, pero finalmente este acabó siendo cesado de forma fulminante y sin previo aviso, tras mas de dos años desarrollando su puesto, por causas que aún siguen sin esclarecerse”, explican.
“Se elige para ocupar su lugar al anterior administrador del centro, que también fue cesado en su puesto por razones que tampoco han transcendido pero que, a pesar de ello y ante los ojos de la nueva Dirección, reunía al parecer la capacitación y dotes de mando necesarias para asignarle la responsabilidad de la seguridad del establecimiento y el mando de los funcionarios del área de vigilancia interior”, puntualiza el sindicato.
La comunicación que se permitió a un interno de historial delictivo
“Sin embargo, al inicio de su gestión y para asombro de la plantilla que dirige, se toma una decisión insólita por un mando responsable en la seguridad de prisiones, al otorgar una comunicación especial a un interno de amplio historial delictivo, que regresaba del juzgado tras haber sido condenado ese mismo día por haber agredido a cinco funcionarios y posteriormente denunciarlos, sometiéndolos además a un calvario judicial”, denuncia el sindicato.
Esta decisión, dice TAMPM, “que en vano se trató de justificar” fue denunciada por eL sindicato, “lo cual nos ha causado una tensa relación con un equipo directivo que se muestra muy preocupado por aparentar ante la sociedad una imagen de apertura hacia el interior de la prisión y sin embargo reticente y opaco a la información que pueda trascender al exterior”.
El sindicato añade que han detectado una tendencia al “exceso de órdenes verbales que conducen a cierta sensación de inseguridad jurídica entre el personal que ya tiene claramente delimitadas sus funciones bajo un amplio abanico de instrucciones y órdenes de servicio”.
“Este es el caso de una orden verbal emitida que pretendía regular el sistema de apertura de celdas, pero que de facto implicaba separar los binomios de los funcionarios de vigilancia, mermando la seguridad de los propios trabajadores al quedarse solos y aislados en una galería entre decenas de internos”, explican.
“Dicha orden, que carecía de soporte sin sello ni firma, fue denunciada por escrito por este sindicato y provocó que, curiosamente, se volviese anónima y nadie se responsabilizara de su autoría ni de su emisión, a pesar de que se estaba exigiendo su cumplimiento desde subdirección de seguridad”.
Incidentes durante este año
El sindicato enumera además los incidentes ocurridos este año bajo la nueva dirección, en los que los funcionarios intervinientes han resultado lesionados, o bien durante la intervención se han sufrido graves amenazas y riesgo para la integridad física de los trabajadores, como es el caso del intento de apuñalamiento a un trabajador en el departamento de ingresos, en el que se utilizaron los cristales previamente rotos de una ventana.
Es un “método que muchos internos conocen y que en ocasiones empieza a ser recurrente para amenazar o agredir a los funcionarios de servicio como forma de chantaje al no atender sus demandas, poniendo nuevamente de manifiesto que este departamento no reúne los requisitos adecuados para este tipo de intervenciones y sin que nos conste medida alguna para paliar esta carencia”, denuncian.
“También debemos referirnos al reciente incidente en el que un interno de nuevo ingreso ha incendiado una celda en este mismo módulo, poniendo en riesgo las vidas de los funcionarios y del resto de la población reclusa”, recuerdan.
“Lejos de estudiar la implantación de medidas preventivas orientadas a disminuir este tipo de incidentes y minimizar el riesgo, el equipo directivo no va mas allá del traslado y conducción del interno a otro centro penitenciario en la Península, medida insuficiente y tomada a posteriori del suceso en cuestión, que deja expuestos a los trabajadores ante la eventualidad de una situación incierta que no impide que los mismos incidentes se reproduzcan una y otra vez, aún con mayor virulencia y gravedad”, exponen.
“Tampoco valoramos como solución de estos incidentes ni creemos que sea el método mas ortodoxo y eficaz con arreglo a los protocolos establecidos, que el mando de seguridad le retire a un funcionario uno de los escasos equipos de respiración autónoma para equiparse a sí mismo, y a continuación intervenga de forma presencial en el incendio, protagonizando una actuación que no reporta ningún aumento en los efectivos intervinientes, pero que desatiende sin embargo las tareas de supervisión y coordinación que le son propias, para asumir las de intervención que corresponden al personal a su cargo”.
“Tras este incidente, algún sindicato plantea la necesidad de actualizar los medios coercitivos, medida a la que no nos oponemos, pero que carece de efecto alguno ante el hecho que nos ocupa. Conforme al artículo 45.1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria, son medios coercitivos el aislamiento provisional, la fuerza física personal, las defensas de goma, los aerosoles de acción adecuada y las esposas”.
“Por tanto, ante el primer estadio de agresividad o violencia y como medida de prevención para evitar que se reproduzcan estos incidentes, se ha de aplicar el aislamiento provisional previo cacheo del interno en cuestión, a fin de retirarle todo elemento incendiario del que pudiera disponer, o bien emplear la fuerza física personal indispensable o la sujeción mecánica, si la situación lo requiere”.
Medidas reclamadas y denuncia de inseguridad
El sindicato considera que para detectar a tiempo esta primera fase o periodo de agresividad o violencia o incluso posibles brotes de autolisis, se ha de ejercer un control permanente del estado del interno en el interior de su celda.
“Para ello son necesarios los medios arquitectónicos adecuados como es el caso de una celda acristalada de la que no se dispone en el departamento de ingresos, siendo responsabilidad de la dirección en una primera instancia, velar por que los trabajadores de este centro cuenten con todos los medios necesarios para realizar sus funciones con el menor riesgo posible, así como de la propia secretaría general”.
En el ámbito nacional, lamentan el terrible asesinato de hace solo unos meses “de nuestra compañera Nuria”, personal de cocina que fue acuchillada por un interno con destino en esta unidad de la prisión de Mas Enric en la provincia de Tarragona, “hecho que se ha ignorado por esta dirección a los efectos de mejorar la seguridad en nuestro establecimiento ante la eventualidad de que se produzca una acción violenta en este departamento, incluyendo disputas entre los mismos internos que allí trabajan”.
“Sin embargo, conocedora de que esta situación puede ocurrir de forma fortuita en cualquier centro penitenciario, la dirección decide adjudicar este servicio exclusivamente al personal funcionario masculino”, explican.
“Esta discriminación por sexo de los trabajadores al asignar el servicio de cocina, es fundamentada según nos transmiten, por el uso habitual de cuchillos, hachas y objetos cortantes en esta unidad”, añaden.
“Por tanto, se deduce que o bien para la dirección la integridad física de un funcionario varón resulta de menor valor que la del personal funcionario femenino, o bien considera que ellas no están capacitadas para desarrollar ese puesto”.
“Debemos señalar además, que ante la escasa comunicación que en la actualidad se mantiene con el equipo directivo, son numerosos los documentos que le hemos enviado por registro relativos a la seguridad del centro penitenciario que consideramos manifiestamente mejorable, sin que nos conste la adopción de medida extraordinaria alguna”.
Sobre la gestión de personal
En cuanto a la gestión de personal, a este sindicato le constan quejas cada vez más numerosas respecto del trato que recibe el personal funcionario y el excesivo celo que se le aplica a determinado sector de trabajadores mediante diferentes criterios o “varas de medir”.
“Se dispensa un trato desigual a las diferentes secciones sindicales, especialmente a la nuestra, tratando de dificultar de forma intencionada la mediación y representación de nuestros afiliados”.
“Asimismo, debemos mencionar que durante varias semanas se ha sometido a los funcionarios a unas condiciones de trabajo insalubres difíciles de soportar, donde el personal de servicio ha realizado sus labores sobre decenas de insectos y cucarachas que pululan y vuelan por los diferentes departamentos entre los propios funcionarios y sus objetos personales”.
“Es evidente que la situación descrita no puede ser considerada como satisfactoria, y por tanto desde el sindicato TAMPM debemos manifestar que esta plantilla no tiene nada que celebrar por estar bajo el mando del actual equipo directivo de este centro penitenciario”.