La Policía Local no olvida a los suyos. Nunca. Los hombres y mujeres que integran este Cuerpo en Ceuta conforman una gran familia que ha compartido miles de servicios. Cuando uno falta siempre se le recuerda, como ahora ha sucedido con José García Martínez, Pepe.
A los pies de la estatua que fue inaugurada en junio de este año a las puertas del cuartel de la Policía Local se han colocado unas flores en su recuerdo. Una corona de parte de su familia que nunca lo olvidará y un ramo de la asociación de policías locales.
Esas flores blancas y rojas simbolizan el recuerdo al “oficial Martínez” pero son un símbolo que también recuerda a otros tantos agentes que han faltado este año y que una vez sirvieron en la Policía Local con distintas funciones. Hace solo unas semanas, a primeros de diciembre, moría Antonio Sánchez Furnier.
La familia de José García Martínez ha querido agradecer el cariño recibido y las muestras de aprecio que se les ha traslado o que han quedado recogidas en forma de mensaje en redes sociales.
Un aprecio que supera a la propia Policía Local
El aprecio que se le tenía superaba a la propia Policía Local ya que eran muchos los que apreciaban a este miembro que fue del Cuerpo municipal.
Tal y como recordaba su familia a este periódico, sus comienzos en el Cuerpo fueron como vigilante nocturno hasta convertirse en policía local. Empezó en la unidad de tráfico, sobre todo en el Morro y el Paseo del Revellín, y también desempeñó su cometido en los zetas.
En la etapa transitoria del GIL al PP estuvo en Gobernación, en la puerta del presidente. Además estuvo destinado en el hall de la Jefatura de la Policía. Su talante y su cariño al ciudadano le hicieron ser una persona muy apreciada.