La Asamblea ha acordado inicialmente este jueves con los votos a favor de PP, PSOE, Vox y MDyC (y el voto en contra de Ceuta Ya!) una modificación de la Ordenanza Fiscal reguladora del IPSI con el fin de rebajar a la mitad los tipos de gravamen aplicables a la producción, elaboración e importación de ropa, calzado, teléfonos móviles, joyería y relojería.
Se considera que esas son “las actividades comerciales más sensibles a la caída del turismo de compras procedente del Reino de Marruecos” experimentado desde antes de la declaración de la pandemia de la enfermedad del coronavirus, cuando el país vecino comenzó a estrangular el trasiego por el Tarajal que quedó definitivamente suprimido durante algo más de dos años por la Covid-19 y que sigue muy lejos de sus cifras anteriores.
De esta forma, el impuesto indirecto que actualmente grava esos productos con un 10% y un 7%, según el caso, caerá hasta un 5% y un 3,5%, respectivamente. La recaudación que se pueda perder, unos dos millones de euros, será compensada por la Administración General del Estado.
La consejera de Hacienda, Kissy Chandiramani, ha asegurado que al calor de la implementación de esta medida ya ha habido empresas que se han interesado por implantarse en la ciudad y ha recordado que se trata de una petición unánime de patronal y sindicatos.
La Mesa de Diálogo Social acordó, de hecho, el pasado 21 de septiembre adoptar medidas para intentar paliar los perjuicios sufridos por esos negocios, que gracias a esta reducción de impuestos ganarán margen de beneficio o capacidad para rebajar sus precios de venta al público sin pérdidas, con el consiguiente incremento al menos teórico de su competitividad.
El Pleno de la Asamblea ya aprobó inicialmente en septiembre de 2020, en plena pandemia, una propuesta en términos similares que ahora se ha extendido a más productos para maximizar su alcance. Dado que aquel procedimiento no se completó por falta de respuesta del Ministerio de Hacienda y las alegaciones recibidas tampoco fueron sometidas a la opinión de la Corporación, los técnicos se han inclinado por reiniciar el expediente.
Entre los bienes que verán rebajado su tipo de gravamen del 10% al 5% están los perfumes, la ropa (tanto la que es de punto como la que no), los aparatos de radio y televisión, las cámaras fotográficas digitales y las videocámaras. Con un 7% de IPSI se grava actualmente el calzado, las calculadoras y las máquinas de oficina en general (copiadoras, impresoras, perforadoras, grapadoras...), que pasarán a tributar al 3,5%.
Del 10% al 5% caerá el tipo impositivo que se aplica a los teléfonos (incluidos los móviles y de otras redes inalámbricas, así como los aparatos de emisión, transmisión y recepción de voz, imagen u otros datos incluidos los de comunicación en red con o sin cable), las radios y teléfonos y los monitores y proyectores.
Cinco puntos se reducirá también el gravamen indirecto que pesa sobre los relojes (de pulsera, bolsillo, tablero y para automóviles, aeronaves o barcos) y despertadores. Lo mismo ocurrirá con las perlas, diamantes y otras piedras preciosas sin ensartar, la plata y el oro en bruto, la bisutería, las monedas y los artículos joyería y orfebrería y sus partes de metal precioso o de chapado de aquel, así como el resto de manufacturas de esos materiales.
Mil empleos en el sector tecnológico
El portavoz del PSOE, Juan Gutiérrez, ha pedido al Ejecutivo de Vivas que no sobrecargue con iniciativas de esta naturaleza el peso que para el Estado tiene la compensación de la recaudación del IPSI. El líder de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, también ha hecho hincapié en ese aspecto, ya que según ha destacado “esta medida la pagarán todos los españoles y solo incide en la reducción de costes en lugar de aumentar la capacidad para generar actividad”. “Es muy fácil disparar con pólvora ajena”, ha advertido.
“Esta medida puede ayudar a mejorar la competitividad de las empresas, a mantener empleo y quizá a rebajar precios y fidelizar a la clientela local”, les ha respondido Chandiramani, que ha negado a Vox que el sector comercial esté “abandonado” por la administración local, que según ha recordado le dedicó más de 20 millones de euros durante la pandemia.
Por otro lado, durante su intervención la consejera ha cifrado en “más de mil” los empleos que habrá generado el sector tecnológico en Ceuta cuando entre en funcionamiento el nuevo Centro de Proceso de Datos anunciado en el puerto y ha defendido que la frontera del Tarajal debe seguir funcionando como ahora, con exigencia de visado, a la espera de que Marruecos propicie la apertura de la aduana comercial y la aplicación efectiva del régimen de viajeros a sus nacionales.