La levedad de la vida se hace presente con fuerza cuando suena el teléfono y te enteras que un amigo ha muerto. En una redacción como la de El Faro de Ceuta el ajetreo es una norma. Pero, hoy, se hizo la calma. Tensa y horrible. Nuestro Reduan ha fallecido. Y nos ha dejado a todos sin palabras. El era el más grande y de ese enorme tamaño deja el vacío.
Reduan no era un compañero más. Uno a uno cuidaba de todos nosotros, con esa mágica forma de ser y esa sonrisa imborrable en su rostro.
Cuando llegué a El Faro, la primera salida la hice con Reduan. Sabía que era nueva y que estaba perdida y no dudó un segundo en tenderme su mano. Sus consejos y nuestras charlas las guardaré para siempre en un lugar muy especial de mi corazón.
Me encantaba estar con él, escucharlo y bromear sobre esto o aquello. Me hacía sentirme querida, feliz, en casa. Tenía ese don tan maravilloso de hacerte sonreír aunque tuvieras un día malo. Era único.
"Me encantaba estar con él, escucharlo y bromear sobre esto o aquello. Me hacía sentirme querida, feliz, en casa. Tenía ese don tan maravilloso de hacerte sonreír aunque tuvieras un día malo. Era único"
Una persona buena, honesta y con una forma de ser inmejorable.
Ir con él a cualquier cobertura era un lujo del que tuve la suerte de formar parte. Porque en esta vida hay que tener cerca a los buenos y nosotros teníamos al mejor. En todos los sentidos. Personal y laboralmente no creo que conozca a nadie como Reduan.
Cada tarde venía a mi mesa a por un caramelo de café. Era un goloso. Como sabía que no podía tomar azúcar, se los compraba a posta de dieta. Justo hace unos días le dije, que, cuando volviese de la intervención, le iba a regalar una bolsa solo para él. La sonrisa no le cabía en el rostro. No sabía, el bueno de Reduan, que realmente siempre eran solo para él. Los compraba a propósito para que viniera a verme y disfrutar de su compañía un rato.
La muerte es parte de la vida, pero hay veces que te paraliza y esta es una de ellas. Y mientras, todo sigue rodando. Pero nada es en absoluto lo mismo ya.
Te echaremos mucho de menos pequeño gran Reduan. No sabes lo muchísimo que lo haremos. Descansa en paz compañero.