Como siempre hemos defendido desde este medio de comunicación, la simple visita de un integrante del Gobierno de España a nuestra ciudad ya es suficiente noticia para ser aplaudida, no en vano, supone la posibilidad de que este ministro o ministra conozca, de primera mano, esa realidad que le han podido contar los políticos de Ceuta en distintas reuniones que se han producido en Madrid. La misma titular del departamento de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, defendió que se había visto en muchas ocasiones en Madrid con el presidente Vivas, pero que era la primera vez que lo hacía en nuestra ciudad.
Este encuentro ha servido, por un lado, para iniciar lo que sería el punto y final al ciclo integral del agua en Ceuta con la modernización de la Estación de Tratamiento de Agua Potable, pero también para que las dos administraciones se congratulen de la necesidad de mejorar las dos bahías de Ceuta, desde el punto de vista medioambiental. Obras en las que la Ciudad Autónoma está inmersa, pero que necesita del visto bueno del Ministerio porque las competencias y la propiedad son estatales.
Aparte, también había interés por parte del presidente de que saliera adelante el compromiso para otras inversiones como el ascensor panorámico del Chorrillo, la reforma de Miramar, el paso elevado en este mismo lugar e incluso el adelantamiento de la explanada de Juan XXIII.
Sin embargo, el propio Vivas quiso también hacer hincapié en la planta desalinizadora, la cual, desde su punto de vista, representa, realmente, el compromiso que el Gobierno de la Nación tiene para con Ceuta, de manera que los ceutíes olviden esos tiempos, no tan lejanos, cuando dependíamos del buque aljibe para el suministro de agua potable a la población. Hablamos de una inversión importante para su construcción, una inversión importante para su ampliación y una inversión importante para su mantenimiento.