En Ceuta tenemos un problema. No solo serio sino que conforme avanza el tiempo va a más y está terminando por desfigurar nuestros barrios. Algunos hace tiempo perdieron eso de emblemáticos, otros van creciendo cual dibujos fantasmagóricos, sin personalidad, sin sentido alguno. La Consejería de Fomento está empezando a tramitar un Reglamento de medidas urgentes que tiene precisamente por objetivo poner un punto y final a lo que es un problema crónico y crítico, buscando de hecho nuevas armas contra lo ilegal. No puede permitirse lo que está pasando, que tengamos barrios irreconocibles en los que no solo los propios vecinos son víctimas de esas construcciones, sino que se incurre en graves problemas de seguridad porque ni las propias fuerzas de seguridad, Bomberos o ambulancias pueden acceder a zonas que han sido boicoteadas en su urbanismo hasta convertirlas en una trampa. Se están barajando muchas adopciones, acelerar los trámites y buscar más medidas cautelares para que no se puedan poner ladrillos fuera de regulación. Si no se actúa con mayor rapidez, con normas contundentes y claras tendremos un problema mayor del que ya padecemos. Y eso no puede permitirse porque de este gran problema se derivan otros: los empadronamientos falsos, el incremento de delincuencia vinculada a los barrios fantasma... Fomento cree en su reglamento y confía en poder sacarlo adelante porque, de lo contrario, la situación se agravará hasta tener un complejo de barrios desvirtuado por la mano de quienes se han convertido en defensores de lo anómalo y lo ilegal.