Cuatro días rompiendo fronteras y, al final, lo han conseguido. El reflejo ha sido un fantástico ‘flashmob’ en pleno Revellín donde, a ritmo de ‘Alingo’, los 24 jóvenes participantes del intercambio juvenil se han unido dejando de lado su nacionalidad, raza o religión.
Una fusión con la que han animado a los viandantes a compartir con ellos y en la que visualizaron a través de unos llamativos carteles todos los valores aprendidos durante esta semana.
Con esta acción ponen el colofón a cuatro intensas jornadas de trabajo y convivencia que han dado sus frutos: sensibilización, inclusión y respeto hacia los migrantes.
Ahora toca volver pero lo hacen con unas maletas cargadas de nuevos amigos y vacías de falsos estereotipos.