Agentes de la Guardia Civil han hallado un ánfora perteneciente a la segunda mitad del siglo I d.c. en el fondo del litoral de la costa de Ceuta. Ha sido en una de las inmersiones preventivas llevadas a cabo por los GEAS en la que observaron esta pieza arqueológica semienterrada entre escombros y fango.
En concreto se trata de un ánfora tipo Beltrán IIA. Tal y como explica la Guardia Civil, cuando retiraron las piezas que la tapaban encontraron esta pieza de la que ahora se intentará su catalogación.
La parte visible de la ánfora se encuentra en perfecto estado, colonizada por diferentes organismos marinos. Tiene una longitud aproximada de un metro de base a boca y unos 40 centímetros de ancho en la zona del cuerpo. En sus características destaca que la boca carece de tapón por lo que su interior estaba lleno de conchas, piedras y fango.
Los bordes están al descubierto no apreciándose daños y posee las dos asas unidas a cuello y cuerpo mientras que en el fondo o base se observa un pequeño desprendimiento de la punta.
Así se procedió a la retirada de la pieza
Después de que los GEAS marcaran la zona comunicaron el hallazgo a la Consejería de Cultura de la Ciudad, en concreto a su arqueólogo para que comunicara la posibilidad o no de retirar esta pieza toda vez que en algunos casos se opta por la conservación en el propio lugar como primera opción.
En este caso en concreto, tomando en consideración el riesgo que podía correr la pieza se aconsejó la extracción para que evitar que sufriera daños o fuera expoliada.
“Por lo expuesto, el GEAS, preparó una inmersión para la recuperación del ánfora, que se inició con un reportaje fotográfico para a continuación desenterrarla con la máxima precaución posible. Esta labor conllevaba una enorme precisión, pues una mala praxis podría hacer que se rompiera por el efecto ventosa que produce el fango al intentar moverla sin que estuviese completamente liberada del fondo”, explica la Benemérita.
“Una vez liberada se realiza otra inmersión para colocarla sobre una red y elevarla con un globo hasta superficie. Durante el ascenso sale por la boca del ánfora restos de fango, piedras y conchas, lo que facilitó el izado a bordo al reducir su peso, apreciándose como la base en su punta esta fracturada y comunica con el interior”, añade.
“Una vez a bordo de la embarcación oficial, se trasladó a la base del GEAS para su depósito y conservación en las mejores condiciones, siendo depositada en una pileta de agua dulce a la espera de la llegada del arqueólogo y técnicos de la Ciudad Autónoma”, concluye en una nota la Guardia Civil.
¿De qué pieza se trata?
El arqueólogo de la Ciudad ha determinado que se trata de un ánfora tipo Beltrán IIA. Este tipo anfórico alcanzó su momento culmen en la segunda mitad del siglo I d.C. Se conocen alfares que producen estas ánforas en todo el litoral andaluz, especialmente en la comarca gaditana.
Tras el primer tratamiento de conservación preventiva (inmersión en agua dulce) ha sido transportada a uno de los almacenes del museo de Ceuta en el que continúa realizándose los tratamientos de conservación preventiva pertinentes. La pieza ha sido ingresada en las colecciones del museo de Ceuta.
Llevadas a cabo estas actuaciones se ha diseñado una intervención que cubrirá una doble vertiente: investigadora y de conservación. En ambos casos, se contará con la colaboración del equipo dirigido por el Catedrático de Arqueología de la Universidad de Cádiz, D. Darío Bernal Casasola, esperando que los trabajos comiencen a inicios del mes octubre.
Y esa moneda?