César Muro Benayas (Talavera de la Reina, 1952) es tras su jubilación como militar --llegó a estar al mando de la Guardia Real-- un destacado novelista histórico. Acaba de arrancar su segunda trilogía con 'Fronteros en América', un texto que presenta en este jueves a las 19.00 horas en el Salón de Actos del Palacio de la Asamblea. Fue Muro Comandante General de Melilla y guarda un recuerdo entrañable de Ceuta. Para El Faro de Ceuta habla sobre su novela, vida y también sobre las tensiones con Marruecos.
¿Por qué ha escogido este conflicto del siglo XVIII en Estados Unidos como protagonista del libro?
Ya he hecho otra trilogía de novela histórica basada en infantería española. Esta segunda que se basa en los fronteros, soldados que daban frente al enemigo. Eran la primera línea. La tierra que ocupaban y que discutían era lo que llamamos ahora la frontera. La de ahora es una raya con una alambrada, la de antes era una zona de 40 o 50 kilómetros, eso que llamaban tierra de nadie, donde combatían los fronteros. En la reconquista los almogávares eran los fronteros. Eran frecuentes en esa tierra de nadie las escaramuzas.
Empiezo con los fronteros de América, que eran unos soldados de caballería desconocidos, que vivían en el lejano oeste, nadie ha escrito de ellos y se sabe muy poco. Los llamamos los soldados de cuera, porque llevaba una cuera especial. Combatieron de una manera similar a los norteamericanos cien años después a apaches y comanches, pero con una gran diferencia, como reflejo en la novela.
No tiene nada que ver como los norteamericanos se portaron con los indios y especialmente con estos apaches y comanches, que efectivamente eran terriblemente crueles y salvajes, y lo que hicimos los españoles cien años antes. Mientras ellos los exterminaron, nosotros luchamos a toda costa por integrarles y se consiguió. Ese es el leit motiv de la novela.
"Los españoles luchamos a toda costa por integrar a las tribus indias y se consiguió"
¿Por qué optaron españoles y norteamericanos por opciones tan distintas?
España cuando fue a América no fue a apropiarse de las materias primas, sino a engrosar las españas. Había un mensaje claro y una orden que dio el rey Carlos III en el caso de esta novela y ya habían dado antes los reyes católicos. Ni se les mataba, ni se les podía matar, eran súbditos de la corona como el resto. El tratamiento que les hemos dado es distinto. Siempre quisimos hacer más españas fuera de la penninsular. Eso lo buscamos en esta especie de integración, pero también en las universidades y las ciudades.
¿No pudieron sentirse invadidos?
No, ni mucho menos fue así. El virreinato de Nueva España, que ahora es los estados unidos de México y parte de los de América, era una zona española y la soberanía española llegaba hasta Alaska, hasta el rio Misisisipi, donde empezaba el terreno anglosajón. Mirando el mapa todo lo que es la franja del oeste, todo eso era español.
Claro, había que colonizar, una cosa era ser dueño y otra cosa es colonizar. Es decir, llevar la cultura, carreteras, iglesias... En ese deseo de Carlos III de avanzar, chocamos con dos culturas totalmente diferentes que son apaches y comanches. Y esta es la historia del trato que los colonos y los soldados españoles tienen con los apaches durante los veintitantos años que duró el conflicto. Hasta que logramos integrarlos y pacificar.
¿Siempre ha sido aficionado a la novela histórica?
Siempre. Soy militar y siempre he aprovechado para leer mucho. lo recuerdo en los viajes y cuando me iba a la tienda de campaña por la noche agotado siempre leía un poco. Siempre me he centrado en la novela histórica. No solo porque me ha gustado, también he hecho cursos...Esta es la cuarta y voy camino de comenzar la quinta. Ha salido un novelista de esto.
Ha sucedido tras la jubilación...
Si, es un hobby. Me lleva mi tiempo, pero no deja de ser eso.
¿Por qué trilogías?
Busco algo que interrelacione. Yo no soy historiador, soy novelista histórico y pertenezco a la tendencia de Santiago Posteguillo, que es relatar la historia de forma que los hechos conocidos son fijos, y alrededor de ellos pivota la novela y luego se relata o historia todo aquello que la historia no nos ha enseñado. Con esa idea lo voy haciendo.
La trilogía anterior sobre infantería española lo hice de tres épocas completamente diferentes y lo que venia a ser una coincidencia en la forma de la infantería a lo largo de su historia, con independencia del armamento, época, o las costumbres; pero siempre con una forma de ser muy definida en cuanto al sacrificio, la voluntad o el valor.
Hablé de la conquista del Uruguay, de los tercios de Flandes y luego me lancé a una novela de ficción que se sitúa en un supuesto en el Sahel en 2028. Lo que podría llegar a ser el Sahel con una intervención española en Senegal.
Esta es la cuarta, pero hablando de esos soldados en primera línea. Estoy desarrollando ya la segunda de esta trilogía, sobre fronteros en la Reconquista, la Guerra de Granada. Los almogávares, como combatían, como se relacionaban. Es un periodo que siempre me ha gustado mucho. Es la apertura al renacimiento, dejar la edad media atrás.
¿Sentía más adrenalina en su época de paracaidista o escribiendo?
Todo es diferente. La adrenalina era cuando estaba en activo, pero no deja de ser interesante, divertido. Yo no soy historiador, voy a fuentes históricas y en esta novela me baso, al cien por cien, en tesis doctorales. Creo sobretodo en lo que pasa por la universidad y no en cosas que la gente se inventa o libros que empiezas a leer por ahí y no dicen una verdad. En este en concreto, a parte de dos tesis españolas, he leído tres mexicanas y dos norteamericanas. He cogido mucho background y así he podido desarrollar la novela.
"En mi época de comandante general en Melilla el asunto de la frontera me preocupó tremendamente"
Ya que trata de fronteras en su libro, ¿cómo ve la situación de las de Ceuta y Melilla con Marruecos?
Sois fronteros, ahí estáis en primera línea (ríe). Ya no estoy en activo, fui comandante general de Melilla y en esa `época me preocupó tremendamente. Lo veo con la preocupación lógica de cualquier español, pero de otra manera que cuando estaba en ejercicio. Creo que España lo tiene claro, los españoles lo tienen claro y nuestra constitución habla de la integridad territorial y habla de la soberanía. Por mucho ruido que haya, eso está ahí presente.
Entonces hay unas Fuerzas Armadas adiestradas y preparadas en todo el territorio nacional, porque eso implicaría un enfrentamiento frontal entre las dos naciones. Estoy tranquilo, se que hay mucho ruido siempre, pero los españoles los tenemos muy claro. Eso sí, sois frontera y ser frontero conlleva un desgaste.
¿Qué recuerdo tiene de Ceuta?
Por el tema de estar en Melilla les tengo especial cariño a ambas. Ceuta y Melilla es como apaches y comanches, no tienen nada que ver, se parecen como un huevo a una castaña, pero obviamente quiero mucho a las dos plazas y son dos ciudades muy entrañables. A Ceuta no solo he ido cuando era comandante general de Melilla, ni mucho menos, he ido bastantes más veces. Esto del libro es una escusa para ir a Ceuta. Me encanta y esa es la idea.