Dada que la estratificación de Ceuta se somete a criterios sociológicos en cuanto a confesión religiosa, crasso error a la hora de pedir unidad a todos los ceuties, además de la imagen que demos al exterior, independientemente del propio constructo social que nos caracteriza como ciudad multicultural, lo que sí está claro es que algunas formaciones políticas son leales a sus principios, al menos si se deducen de la lista de sus candidatos.
Vox se mantiene en su línea de combatir cualquier vestigio que recuerde a Toledo o a Córdoba, y en sus listas no aparecen ni moros, judíos o hindúes ( si usamos esa denominación de los libros de historia medieval).
En cambio, Libres, Mdyc y Cs se asemejan a Vox en su composición homogénea, maquillando sus listas con tres candidatos en el caso de Libres, dos por Cs y uno por Mdyc.
Por último, los partidos de índole nacional (PP, PSOE y Podemos) y el partido localista de Ceuta Ya, confeccionan en sus respectivas listas la diversidad cultural de la ciudad (al menos se deduce de los nombres y apellidos de sus candidatos), con mayor equilibrio en los partidos clásicos (PP y PSOE), seguidos por Ceuta Ya y Podemos.
No es que sea un análisis serio y riguroso a nivel sociológico basándome en la composición de los candidatos en función de la clásica estratificación socioeconómica y cultural de la ciudad, pero sin duda, cada partido, responde fielmente a su ideario o modo de ver el futuro de Ceuta en base a la realidad, y no es otra, que su tendencia o no a la diversidad cultural y al mestizaje.
Así pues, como si se tratara de una ventana que mira al exterior, a una diversidad de ecosistemas en el que coexisten diversas especies, cada partido en base a ese ideario, deja entrever esa diversidad, y por supuesto, no todos son fieles al art. 14 de la C.E. y a la propia idiosincrasia en Ceuta, una ciudad que depende de esa sinergia de culturas para conformar su propia identidad.