Reunión entre la Delegación del Gobierno y los empresarios del Tarajal. Reunión sin acuerdo porque, de entrada, ni los propios representantes de los polígonos parecen tener una voz única para afrontar los problemas. Así, malas soluciones caben a un conflicto que beneficia a unos pero que nos afecta a todos. Ante los medios de comunicación no compareció nadie de la Delegación (su política informativa es cada vez más nefasta) y por parte de los empresarios hablaron unos pocos, no todos. Curioso que algunos de los que acapararon fotos con la visita del ministro de Justicia y su abucheo de regalo, ahora se escondieran de las mismas cámaras que ellos buscaban. Curioso y criticable. Según nos cuentan los empresarios (tengo que creerlo a no ser que hoy la Delegación diga que eso no ha sido así), el delegado del Gobierno ha negado que se esté rechazando a clientes que quieren salir a Marruecos con mercancía. Dicen los comerciantes que el mandamás de la plaza de los Reyes asegura que no es verdad, que ninguna fuerza de seguridad ha impedido que haya personas que quieran salir a Marruecos con una bolsa de la compra. No sé si estamos ante el colmo del insulto a la inteligencia o si realmente hay un afección brutal entre la clase política, porque negar lo que ha sido recogido en múltiples vídeos y fotografías resulta chocante, así como contrariar las vivencias que han tenido miles de personas a las que se les ha rebuscado en las bolsas o se les ha impedido salir con cuatro compras del supermercado si no tenían ticket. Esto es verdad, pero dicen los empresarios que el delegado lo niega. Tendrá que salir la autoridad a decirlo públicamente, a no ser que se pretenda dejar contra la espada y la pared a todos esos efectivos de la Guardia Civil que han estado cumpliendo órdenes en la rotonda impidiendo la salida de cualquier bolsa con comida. Ya saben, según los empresarios, no es verdad nada de lo que les mandan hacer, así que, si yo estuviera en su pellejo, a partir de ahora no miraba ni una bolsa, ni pedía que me mostraran el bolso con sus pertenencias. Se han quedado con las posaderas al aire o algo más. Falta, como les digo, la declaración oficial. La Guardia Civil, al menos, se la merece.