Anoche vi la luna.
La observé con cara de sorpresa.
Estaba en plena remontada.
Y no sé por qué allí estaba mirándola.
Embobado y ensimismado me tenía.
Y los recuerdo me venían.
Mis hermanos musulmanes la querían.
Y por ella hacían y no comerían.
Ayunar por nuestra creencia.
Teniendo esa paciencia.
De no tomar nada durante las horas.
Esas que dura un nuevo día.
Mucha fe derramaba.
Y yo los respetaba.
Y sólo pensaba.
En nuestros nuevos días.
Donde los cristianos, nos aguardaba.
Esa Semana Santa.
Donde nuestro Rey se elevaba.
Hacia lo alto de una morada.
Donde no estaba bien recibida.
La esperanza de una vida.
Que daba por toda la cristiandad.
Y juntos, caminamos hacia la paz.
Hermanos somos de verdad.
Y seguiremos andando en esta vida.
Cada uno con un canto de la verdad.
Y mientras miro la Luna.
Y te canto con alegría.
Gracias por tenerme sintiendo tu cara.
Que me da tanta maravilla.
Y me encanta verte tan bella.
Un gran beso te mando de felicidad.
Y hasta mañana.
Que seguro te volveré a mirar
Te miro y me encanta.
Las ganas de estar junto a mi mirada.
Y pienso durante esta jornada.
Por qué iluminas esta noche dorada.
?Algo esconde tu presencia?.
Y yo con paciencia escudriñaba.
Y no paraba de mirarla.
Era como una bella señorita.
Escondida pero intentando ser deseada.
Y ya ves que encontraste una mirada.
Esa que me dejó embobada.