Humillados, así es como nos sentimos muchos ciudadanos ceutíes hoy, llega el mes más importante del año para nosotros, un mes en el que a través del ayuno y los rezos nocturnos de Tarawih en las mezquitas buscamos un acercamiento a Dios, un acercamiento que impacte en nuestro comportamiento como sociedad, que haga de la comunidad musulmana ceutí una comunidad implicada en el crecimiento y desarrollo de su ciudad.
Pero el ambiente en las calles, lejos de motivarnos a través de un alumbrado que inspire un ambiente ‘ramadeño’, nos encontramos con las luces de la vergüenza, solo hay que darse un paseo, en primer lugar en algunas zonas encontramos la famosa Mano de Fátima, que está, lejos de ser islámica es anti-islámica pues los musulmanes no podemos asociar nada a Dios, y esta mano su significado es la protección del mal de ojo en algunas culturas, lejos de las enseñanzas islámicas dónde solo Dios puede protegerte.
Luego el resto de luces, que parecen ser sacadas de algún carnaval de la era de Tutankamón. ¿Somos los musulmanes ceutíes ciudadanos de segunda? Nos preguntamos mientras observamos las luces de alumbrado de Ramadán en la ciudad hermana de Melilla.
Por no hablar del gran alumbrado en la ciudad de Londres. ¿Somos para el gobierno de Juan Vivas ciudadanos con alguna importancia? En cuanto a los partidos políticos de la oposición, aún no hemos visto que se hayan indignado como la sociedad a la que representan, luego se tomarán la foto pulsando el botón que enciende las luces, como si estas fuesen de nuestro agrado.
Sean cuales sean las intenciones detrás de esta falta de interés por la felicidad y entusiasmo de gran parte de la sociedad ceutí, pedimos explicaciones, todos pagamos nuestros impuestos por igual, por ende todos reclamamos la misma estima en cuanto a festividades y alumbrado. Gracias.
Muy buena observación. Totalmente de acuerdo.