- El bailarín, ganador del Premio Nacional de Danza en 2015, inaugura a las 22.30 horas el Festival Flamenco
La 46ª edición del Festival Flamenco llega con aire romántico. Su inauguración, esta noche a las 22.30 horas en la Murallas Reales, correrá a cargo del bailarín y coreógrafo Rubén Olmo que después de 15 años regresa a Ceuta con una estela cargada de una dilatada experiencia de la que dejará muestra junto con dos bailarines más de su compañía, Sofía Saura y Eduardo Leal. Los artistas le acompañarán en un espectáculo de “puro flamenco” diseñado especialmente para el festival.
Olmo promete “sorprender”. Mucho ha llovido desde que vino a Ceuta para presentar ‘Pinocho’, y más desde que con tan solo 18 años ingresara en el Ballet Nacional de Danza convirtiéndose en el primer bailarín de la compañía. Ex director del Ballet Flamenco de Andalucía y maestro en el Centro Andaluz de Danza, hoy dirige su propia compañía, integrada por un amplio número de bailarines recorre todos los rincones del mundo exportando las raíces del flamenco.
–¿Cómo fueron sus inicios?
–Duros, muy duros. De Sevilla me trasladé a Madrid con tan solo 18 años y fue cuando empecé en Ballet Nacional hasta que decidí que esa etapa había finalizado y volví a Sevilla para montar mi propia compañía. Sentía que tenía que avanzar, es cierto que con el Nacional actué en los mejores teatros de todo el mundo, pero había que dar un paso más, quería ser cabeza de cartel. Y con mucho esfuerzo, trabajo y pasión lo he ido consiguiendo.
–¿Qué aprendió dirigiendo el Ballet Flamenco de Andalucía?
– Ya tenía experiencia en dirigir una compañía de grandes dimensiones pero, es cierto, que es diferente cuando trabajas directamente con una institución. Existen momentos buenos porque tienes a tu disposición grandes infraestructuras y muchos recursos, pero en temas burocráticos... las cosas de palacio van despacio.
–¿Qué supuso a nivel personal y profesional que le otorgaran el Premio Nacional de Danza?
– Una satisfacción enorme a todo el esfuerzo y trabajo que llevaba detrás. Sobre todo porque no compites solo en tu propia disciplina. Gracias a él seguí avanzando y a nivel profesional conseguí una mayor proyección nacional e internacional.
–¿Qué panorama se presenta en España para los nuevos bailarines?
–Complicado, como siempre. El problema es que no observo que exista a nivel cultural un planteamiento de cambiar la situación. Han sido unos años muy duros, con poco trabajo y menos oportunidades. Aún así nosotros seguimos trabajando e involucrados por conseguir y alcanzar ese cambio y espero que podamos llegar a él, porque se presenta una juventud con mucha fuerza y ganas, y como esta situación no cambie, lo van a tener muy crudo.
–¿Se vive o se sobrevive ?
– Los que somos figuras sobrevivimos, pero los que están comenzando ni sobreviven, viven gracias a la ayuda de sus familias.
–¿Debe subvencionarse la danza?
–Sí porque las compañías no son rentables. No podemos mal pagar a los bailarines porque parece que nosotros comemos de la danza, pero no, comemos de la nevera. Hay ayuntamientos tiesos que te pagan a los nueve meses, pero claro, necesitamos cobrar para pagar a los músicos, a los bailarines...
–El baile flamenco tiene seguidores en todas partes del mundo. ¿Qué impresiones deja el Ballet Flamenco en el extranjero?
– La acogida es magnífica tanto por los que lo conocen como aquellos que van por primera vez a verlo.
–Es un bailarín muy versátil que se mueve entre diferentes corrientes clásicas, contemporáneas, boleras y flamencas. ¿Con cuál se queda?
–Con todo. Mi personalidad es un conjunto de todas las disciplinas, no sacrificaría ninguna eso es lo que hace que sea yo mismo.
–Esta noche acompaña a un grupo de cantaores que, a pesar de moverse en la misma disciplina, soy muy diferentes entre sí. ¿Cómo ha enfocado su espectáculo? ¿De qué danza van a disfrutar los presentes?
– Va a ser un espectáculo de flamenco puro digno de una gran festival, ya que el de Ceuta se ha convertido en uno de los grandes festivales de flamenco de todo el territorio nacional que goza de una larga trayectoria y me siento muy orgulloso de que me hayan ofrecido la posibilidad de formar parte de él.