Cuando Pedro Sánchez fue defenestrado del PSOE cogió su coche y recorrió España para convencer a los militantes de que debía ser su líder. Tras ser despedido de TVE por un Gobierno presidido por Sánchez (“no me echó la derecha, eso es un bulo”), el periodista Jesús Cintora (Soria, 1977) está haciendo lo mismo con su último libro, 'No quieren que lo sepas', en una ruta contra la censura con la que este miércoles ha hecho escala en Ceuta. Melilla es la única autonomía por la que todavía no ha pasado.
En la Biblioteca Pública Adolfo Suárez ha llenado más de media entrada de la Sala de Usos Múltiples. José Antonio Alarcón le ha descrito como “historia viva de nuestros medios de comunicación”. Tras un cuarto de siglo sobre todo en televisión, pero también en radio y prensa escrita, “destacando como un periodista independiente y valiente”, Cintora se ha descrito como una persona “progresista, pero no sectaria”, y “absolutamente libre”. Por encima de todo, “independiente”.
“No quieren que lo sepas’ es mi voluntad de seguir trabajando y reponerme a la censura: lo digo en una tierra donde hay que defender que la gente conviva”, ha explicado el comunicador, un convencido de que este es un país “muy diverso”. “La libertad de expresión, la información y los bulos, la importancia de la cultura y la información pública y los cantamañanas” han sido los cuatro pilares sobre los que ha organizado su exposición.
En primer lugar Cintora ha dejado claro a los presentes que hay una “guerra soterrada” entre “lo que pasa” y “lo que nos cuentan”, lo que al final “cala” en la gente. “Hay personas que en un contexto en el que las grandes empresas multiplican sus beneficios y el común de la población pierde poder adquisitivo por la inflación señala a los migrantes, a los que son más pobres, como rivales”, ha identificado parte de la importancia de lo que se transmite y lo que no.
Así, se decide si el objeto de atención de los medios son los desahucios o las okupaciones, si mientras se siguen asesinando mujeres se cuestionan las leyes de protección vigentes contra la violencia de género, si los ecologistas llegan a ser señalados como responsables de los incendios forestales… “En este país hemos tenido durante décadas un jefe del Estado con dinero oculto y palacetes para vicios, pero se nos ha presentado como modélico y campechano y ahora sigue el círculo de impunidad”, ha ejemplificado sobre Juan Carlos I.
Por un lado está lo que se cuenta y lo que no, así como la intensidad con la que se hace (o no). Las mentiras. Los bulos. En Cuatro, Cintora llegó a ser líder de las mañanas en televisión. En 2015, cuando Podemos llegó a aparecer en las encuestas como la formación con más proyección electoral de España. “Pasaron muchas cosas aquel año”, ha recordado el periodista, habitualmente tildado de rojo, aunque Julio Anguita fue quien le dio puerta en una entrevista más rápido y con Sánchez en La Moncloa le puso TVE en la calle.
“La información es un aparato locomotor”
“Llevo un año y medio, más que nunca en toda mi carrera, fuera de los medios de comunicación de masas y sufriendo campañas infames para desacreditarme: a mí que soy de Soria me han llamado proetarra, me han dicho que soy del PSOE y de Podemos, que ganaba más de 40.000 euros por programa…”, ha repasado su itinerario en la diana de unos y otros. “Creo firmemente que en la democracia la información es un aparato locomotor para avanzar y la censura no nos lleva a nada bueno”, ha resumido.
Convencido de que “las sociedades avanzan conociendo” y firme defensor de la Educación pública, Cintora vio a su propia editorial abogar por suprimir una parte de ‘No quieren que lo sepas’, la relativa al emérito, algo a lo que se negó. “Hay gente condenada por mentir y siguen en televisión, pero yo no he recibido ni una querella”, se ha comparado el soriano, que asume una obligación “generacional, cívica y democrática” de “decir la verdad”.
“Yo no tengo detrás a ningún Pérez más que a abuelo, peón de albañil, no gran constructor”, se ha desmarcado también de quienes alcanzan cargos sin el más mínimo mérito. “Defiendo la formación y la experiencia, la Educación pública, porque mis maestros me cambiaron la vida en mi pueblo”, ha señalado Cintora, que cree que “a medio y largo un país puede mejorar sustancialmente con cultura, formación e información”, la mejor receta contra el “veneno”.
“Defiendo el oficio y la experiencia de quien lleva años trabajando de forma decente, no difundiendo bulos o sirviendo a determinados intereses”, ha concluido Cintora su exposición con una alusión directa a “los cantamañanas” que “dedican más tiempo a si Díaz se lleva mal con Iglesias y Feijóo con Ayuso que al cartel de las empresas de la construcción que se repartían los concursos públicos”.
“Conocer es vital para avanzar”
“El conocimiento, la información y la cultura nos hace mejores: conocer es vital para tomar decisiones y para avanzar”, ha defendido este nieto de exiliado del Franquismo que ha constatado que “saber nos hace mejores y poner nerviosos a mucha gente que tiene la sartén por el mango… A mucha gente que maneja la conviene tener a la ciudadanía conformista y sumisa… En este país se ha recortado en programas de información y actualidad porque tiene que haber entretenimiento, pero hoy veo mucho karaoke...”.
Dispuesto a irse de España si le llega “una oferta razonable” o a lanzar su propio medio si vence el miedo a emprender, donde no se le verá será en la plataforma que impulsa Pablo Iglesias, Canal Red, porque será “un medio de partido”. Tampoco en un alto cargo público, ha descartado.
“A veces me he arrepentido de elegir el periodismo, si no lo reconociese sería un cretino, pero también he tenido la enorme suerte de trabajar con gente como Gabilondo, Carlos Llamas...”, ha contrapesado en el turno de preguntas. Su objetivo sigue siendo “intentar poner luz donde otros quieren oscuridad”, lo que buscaba su amigo el reportero navarro David Beriain, asesinado hace casi dos años en Burkina Faso.
Contra que quién?
Que éxito no se cambia en la sala