Varias décadas después, la fecha de aprobación definitiva del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la Ciudad sigue siendo una incógnita a pesar de que el Gobierno de Vivas se había propuesto obtener luz verde definitiva de la Administración General del Estado, en la que reside la competencia, antes de que terminase 2022.
No será así a pesar de que el documento fue aprobado provisionalmente por el Pleno en marzo. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha solicitado la aportación de nuevos informes y distintas correcciones, así como la elaboración de una memoria económica, lo que ha dilatado los plazos inicialmente previstos.
El nuevo PGOU es un elemento crucial para que Ceuta siga creciendo y desarrollándose hacia el futuro y tendrá un impacto notable en la economía y en el empleo con un impacto directo en materias como construcción, vivienda, mejora de la calidad de vida...
Por eso, aunque es necesario y urgente contar cuando antes con el Plan, lo más importante es que sea bueno y que venga avalado por todas las garantías, que de ninguna manera pueda terminar judicializado y bloqueado sin horizonte.
La Consejería de Fomento debe completar sus deberes pendientes y el ministerio, cumplimentar su revisión con la mayor celeridad sin que a ninguna de las dos administraciones les atropellen las prisas por motivos electoralistas con un asunto tan delicado para el desarollo a corto, medio y largo plazo de la ciudad.