Conozco a Pepe Simón: filósofo, Compañero, amigo, político comprometido y, ahora, director del SEPE. Su labor es dinamizar los recursos, proponer ideas, implicar a ciudad, empresas, instituciones y al gobierno de la nación para intentar conseguir que el problema del paro en Ceuta vaya disminuyendo paulatinamente diseñando estrategias a medio y a largo plazo.
Hemos compartido charlas en los cafés supersónicos por falta de tiempo. Siempre digo que lo veremos siendo el inquilino de la Moncloa; tengo un sexto sentido: “En ocasiones veo futuros presidentes, aunque ellos no lo sepan”.
Hemos charlado en muchas ocasiones sobre los “planes de empleo en la ciudad”. ¿ por qué las más de las veces no funcionan? ¿ Qué está sucediendo para que un instituto o colegio rechace taxativamente este refuerzo de personal ? ¿Qué destino laboral se les asigna y con qué criterios? ¿Por qué es vox populi que el desempeño que realizan en algunas ocasiones provoca cierto rubor y vergüenza ajena por la poca eficacia a la hora de acometer sus funciones?
Con la amenaza del “intrusismo laboral” denunciada por los sindicatos que, como es de esperar, miran con celo que estos trabajadores no hagan funciones de otros profesionales siendo sustituidos por ellos.
Así, entre unos y otros, la casa sin barrer.
Nos echamos las manos a la cabeza cuando, en muchas ocasione, palpamos el absoluto despilfarro cuando existe la posibilidad de dar a los demandantes de estos planes cursos de formación de todo tipo con los que tengan la posibilidad de conseguir estabilidad y que sus sueldos no se conviertan en comida para hoy y hambre para mañana.
Una sociedad se dinamiza con el esfuerzo de todos, no podemos esperar un " bienvenido mister Marshall" que pase de largo más pronto que tarde.
Deberemos redirigir qué queremos hacer con lo que contamos y los que contamos.
Es cuestión de ponerse manos a la obra y pensar que cada gota de agua es necesaria, cada esfuerzo, cada sudor. No dejemos escapar las oportunidades.