Soy de la opinión que la política no debe ser una profesión sino un trabajo para la Comunidad. Todos y cada uno de estos próceres de la Patria y las constituciones de sus países deberían regular la máxima duración en estos asuntos. No queda fino que alguien esté 40 años en el poder, sea diputado ad eternum o alcalde vitalicio.
Es menester que el propio sistema tenga sus mecanismos de cambio para airear las poltronas y dejar paso a otros dirigentes que tengan otras formas e ideas para organizar lo que se refiere a la Polis. Casos hay que claman al cielo.
El general Franco murió caudillo para toda la vida. Contaban un chiste que recuerdo con cierto pesar: al dar los partes médicos recitaban la ristra de facultativos que atendían al General, era tan tedioso repetir siempre lo mismo que decidieron poner la coletilla “firma el equipo habitual” al final pasó lo inevitable, el inevitable chascarrillo “el equipo habitual ha muerto, firma Franco”.
Muchos mandatarios se han agarrado al cargo como si le quitaran la misma vida. La Reina Isabel estuvo entronizada 67 años enterrando a monarcas y presidentes de medio mundo faltándole poco para asistir al sepelio de su propio hijo. Se llegó a decir que la reina y Jordi Hurtado habían firmado un pacto con el diablo. El camarada Fidel ocupó la presidencia 50 años dejando la bara de mando a su hermano Raúl. José Eduardo, Presidente angoleño la friolera de 38 años. África tiene una media de 40 años. Con uñas y dientes siguieron año tras año formando procesiones de palmeros y corruptos que se enriquecieron hasta decir basta y tuvieron que salir por patas para que no les cortaran la cabeza. Imelda Marcos, acompañaba a su esposo con más de tres millones de pares de zapatos en la maleta; no veas.
Otro caso curioso es el de la expresidenta de la Junta Doña Susana Díaz que no ha dejado de ocupar cargos desde que tenía uso de razón hasta la fecha.
También existe otro talante: el presidente Mújica, nuestro Sánchez Prados, o Salvador Allende, dieron la vida por sus ideas; a los dos últimos tuvieron que matarlos a tiro limpio o lanzando bombas en la residencia oficial.
En nuestro parlamento también ocupan sus escaños secula seculorum señorías que morirán de ancianos en alguna votación, lo veo venir. Sería triste verlos votar con pañales para evitar las pérdidas.
Yo llevo 20 años en Ceuta y 20 años Vivas ha sido nuestro Presidente, una persona cercana que te da la mano y que sonríe a su paso. Se dice que Ceuta vota a Juan y que su Partido nunca lo botará jamás de los jamases pues representa al pueblo como ningún otro.
No sé yo cuál será el final. Espero que no llegue a la Asamblea cualquier día un mandamás y se lleve a Juan del brazo como pasó con el máximo dirigente del partido comunista en el parlamento de la República Popular China.
¡¡¡¡Totus tuus, Presidente!!!!