Entre ratas, serpientes y garrapatas. Así viven los vecinos de Tejar de Ingenieros. Cinco familias que han visto cómo la dejadez en el servicio de limpieza les ha obligado a vivir en unas condiciones antihigiénicas más que evidentes.
Llevan tres años en esta situación que ahora empeora con los incendios producidos por los numerosos matorrales que proliferan por la zona y nadie poda. Algunos vecinos no pueden ni siquiera abrir sus ventanas este verano.
Las quejas a la Ciudad han caído en saco roto. Y no solo para temas de limpieza, sino para cuestiones de seguridad.
Así viven estos vecinos. En unas condiciones infrahumanas a las que se suma la incertidumbre del futuro de sus viviendas, unas casas de propiedad sobre terreno militar que pueden terminar demolidas.