Este sábado alrededor de la una y media y de la madrugada mi hija sufrió una crisis de ansiedad en casa. Al ser la primera vez que le ocurría no sabíamos lo que en realidad le estaba pasando y temimos que pudiera ser un infarto o cualquier otra dolencia de gravedad.
Inmediatamente mi mujer y yo la introdujimos en nuestro vehículo y salimos en dirección al Hospital universitario desde la barriada del Príncipe, donde vivimos, con las luces de emergencia del coche encendidas.
Al llegar a la altura del Edificio Polifuncional nos encontramos con cinco furgones de la Policía Nacional que nos dieron el alto. Paré, bajé todas las ventanillas y comuniqué a los agentes que mi hija estaba mal y que decía que padecía dolores fuertes en el pecho y parestesias en manos y piernas, por lo que les pedí que retirasen un momento sus vehículos para que pudiéramos cruzar y llegar cuanto antes a Urgencias.
Acto seguido, un grupo de agentes me empezó a increpar gritándome '¡que se relaje, coño!' y algunos comenzaron a dar golpes con las porras sobre el lateral de mi vehículo. Después de unos 2 minutos de tensión apartaron los furgones para que pudiese continuar mi recorrido hacia el Hospital.
Afortunadamente lo de mi hija no pasaba de ser un ataque de ansiedad, pero lo acontecido me creó una sensación de impotencia por haber tenido que aguantar sus abucheos y palabras como 'coño, relájate', con voluntad de amedrentar. Seguramente vivían momentos de tensión tras lo que había sucedido en el zoco y con compañeros heridos u hospitalizados.
Pero esa no es excusa. No todos los que vivimos en la barriada del Príncipe somos delincuentes. Al contrario, la mayoría también somos víctimas de las conductas de quienes sí lo son. La Policía debe saber diferenciar a unos de otros y no generalizar en un barrio en el que seguramente residimos más de 15.000 personas, muchas de las cuales valoran, aprecian y reclaman su presencia.
Sin más, es una reflexión para no ayudar a nadie a alinearse con quienes no se debe.
Totalmente apoyamos a esta familia como al vez condenamos cualquier agresión a las fuerzas de seguridad, no tienen que generalizar a todos los de la barriada , hay mucha gente que está a favor de la presencia policial y como dicen también son víctimas de esos altercados que ponen en peligro a ellos como a las fuerzas de seguridad.. que se mejore esa niña y esos policías.