Los trabajadores de la empresa Hércules han acudido este jueves a las puertas de la entidad, situada en la calle Independencia, para visibilizar la situación crítica que están pasando en Ceuta al no cobrar las nóminas.
Trabajan pero no perciben dinero, cuando en cambio Hércules sí cobra de la Ciudad el montante ajustado a la oferta de servicios conseguida.
Los afectados –integran una plantilla de 80 personas- perciben nóminas de escasos 1.000 euros y ya se están enfrentando a situaciones adversas como no poder abonar los pagos de luz, agua y servicios básicos para cualquier familia.
Toda la plantilla no ha percibido la extra y la amplia mayoría tampoco la nómina. Los afectados solo quieren que se cumpla lo que recoge el convenio: cobrar entre el 1 y 3 del mes y no como en ocasiones ha ocurrido, que perciben el dinero entre el 15 y el 21 o, sencillamente, ni eso.
Una paciente que no entiende de situaciones críticas
Hay afectados que se han quedado sin teléfono al no poder pagar facturas y otros a los que se les ha cortado la luz por acumulación de deudas.
“La empresa pide paciencia, pero ya la hemos tenido desde el 20 de junio. La luz no conoce de paciencia. El agua, la casa… tampoco. En estos tiempos trabajamos para sobrevivir, no hemos podido tener vacaciones, tampoco hemos podido disfrutar de la feria porque cobramos el día 8 y ya había terminado”, explica Erhimo Abselam en representación de los afectados en declaraciones a los periodistas.
El último recurso que les queda es, si no cobran, no acudir a limpiar. “No podemos tener paciencia, cualquier trabajador trabaja para cobrar. Y necesitamos cobrar, no trabajamos por amor al arte”, añaden quienes en algunos casos ya han arrastrado la pesadilla de estar en otras empresas que tampoco abonaban el dinero.
CCOO afea a las administraciones que no eviten estas prácticas
CCOO está apoyando al colectivo que arrastra una “gran precariedad en sus condiciones de trabajo”, ya que cobrando escasamente los 1.000 euros al mes, “difícilmente pueden afrontar impagos de 15 días o un mes porque tienen una nula capacidad de poder adquisitivo”.
La empresa Hércules arrastra desde enero situaciones de impago, pero además tiene un historial de situaciones adversas en La Línea o Melilla. Por eso desde el sindicato se afea a las administraciones que no tengan este tipo de control sobre a quienes paga con dinero público.
“Haremos lo que sea para que las administraciones no permitan esto”, han avanzado, haciendo hincapié en lo “nocivo” que supone la presencia de estas empresas cuando hay otras que no dan problemas y que se quedan sin adjudicaciones porque las primeras hacen ofertas bajas incurriendo incluso en “la temeridad”.