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El Ministerio de Defensa e Ingesa prorrogan el convenio para la utilización de sus recursos mutuamente solo hasta fin de año por esa razón
El Ministerio de Defensa y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) han prorrogado su convenio de colaboración para la prestación de la asistencia sanitaria en Ceuta y en Melilla, tal y como anunció ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE). Una ampliación del acuerdo por el cual los titulares con derecho a recibir esta atención tienen acceso a la cobertura sanitaria “mediante la utilización de los recursos sanitarios de ambas partes”.
Sin embargo, esta prórroga tendrá un corto recorrido, apenas unos meses, ya que Defensa recuerda que tiene prevista la “integración de las clínicas militares en unidades sanitarias de los Ejércitos, con lo que, en principio, se contempla la desaparición de las clínicas militares en Ceuta y Melilla, siendo la fecha de ejecución el 31 de diciembre 2017”. Un plan recogido en el anexo X del Plan de Acción de Sanidad Militar, para el periodo 2015-2024, aprobado por la directiva del ministro en mayo de 2015.
La resolución, ratificada por Arturo Romaní Sancho, subsecretario de Defensa, y José Julián Díaz Melguizo, director de Ingesa en Madrid, establece una prórroga del actual convenio hasta final de año, “sin perjuicio de que durante este periodo pudiera producirse un cambio es esta decisión, que pudiera favorecer la suscripción de otra posterior”.
La financiación máxima con cargo a Ingesa, y del mismo modo al Ministerio de Defensa, será de 33.750 euros. El convenio de colaboración se suscribió el 4 de abril de 2014, pudiéndose prolongar de mutuo acuerdo hasta tres años más. La ampliación actual comprende del 4 de abril al 31 de diciembre de 2017.
Las condiciones de los vigilantes
La asociación Marea Negra criticó ayer las condiciones laborales que impone a sus trabajadores Marsegur, la empresa adjudicataria de la seguridad privada en la Clínica Militar. La entidad remitió a una carta de despido “disciplinario” de la mercantil en Madrid en la que esgrime “bajo rendimiento” para dejar en la calle a un vigilante que solicitó información acerca de qué derechos les ampara. Marea Negra denunció que la uniformidad que manda es “de invierno”, el sueldo es de “726 euros por convenio, sin paga de marzo, antigüedad congelada, festivos y nocturnidad a dos perras...”.