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La Inspección prepara un informe sobre cuántos estudiantes de ESO y Bachillerato se presentan y aprueban en la convocatoria extraordinaria para adelantarla a junio-julio
Los de este año podrían ser los últimos exámenes de septiembre en Ceuta. El Foro de la Educación ha abierto formalmente el debate sobre el cambio del calendario tradicional de convocatorias ordinaria y extraordinaria de final de curso en Secundaria y Bachillerato en línea con el camino que ya ha seguido la Universidad de Granada (UGR) y por el que ya transitan la mitad de las Comunidades Autónomas a todos los niveles.
La Inspección Educativa se ha comprometido a elaborar y presentar al órgano consultivo en el que están representados todos los agentes educativos, sociales e institucionales de la ciudad un informe sobre cuántos estudiantes de los institutos concurren a las pruebas de después del verano y cuántos las superan.
“En Primaria no hay exámenes de septiembre y en la universidad están en proceso de eliminación, por lo que estamos obligados a reflexionar sobre el asunto y para ello queremos hacerlo con datos, no con percepciones”, explicó ayer el director provincial de Educación, León Bendayán, en declaraciones a este periódico.
La “sensación” en la comunidad educativa es que el modelo tradicional, el de dar los meses de verano a los suspendidos para estudiar, tiene escasos beneficios pedagógicos y múltiples inconvenientes, tanto para el proceso de aprendizaje como para la organización del sistema en lo que a la preparación e inicio de curso se refiere.
La UGR aprobó oficialmente a mediados de este mes el cambio de su calendario con un marco general que entrará en vigor en el curso próximo (2017-2018) y que deberá ser aprobado por cada Junta de Centro y comunicada al Vicerrectorado de Docencia para su verificación previa a la aprobación definitiva. Este planteamiento “toma en consideración las sensibilidades de los diferentes centros y titulaciones permitiendo la adaptación del calendario definitivo a las singularidades de cada una dentro de un calendario marco” pero incluye la desaparición definitiva de los actuales exámenes de septiembre y la conclusión del curso antes de agosto. Igualmente, establece la división del año académico en dos semestres de aproximadamente 18 semanas con fechas de referencia de inicio y final de las actividades lectivas.
En febrero, el Decanato de la Facultad de Educación sondeó a su comunidad educativa, que mayoritariamente se inclinó por adaptar su calendario al modelo del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), con un primer semestre que iría de la segunda semana de septiembre a Navidad (la convocatoria de exámenes incluiría dos oportunidades a desarrollar en cinco semanas a lo largo de enero y las dos primeras semanas de febrero) y un segundo semestre que se alargaría hasta finales de mayo, con las pruebas en junio y la primera semana de julio.
Adopte el acuerdo que adopte el Foro para Secundaria y Bachillerato, su implementación también sería para el final del próximo curso.
El debate no es único en el territorio de gestión directa del Ministerio. Navarra, País Vasco, Cantabria y la Comunidad Valenciana han fijado ya sus exámenes de recuperación en junio en Secundaria. Para el alumnado de Bachillerato los han adelantado Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana, además de La Rioja, Canarias y, en parte, Extremadura.
Otras tres regiones (Madrid, Castilla y León y La Rioja) han anunciado que quieren adelantar sus pruebas a partir de 2018, aunque no en todos los cursos.
Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA), Mustafa Mohamed, ha recordado que “las familias siempre hemos abogado por la supresión de los exámenes de septiembre porque la oportunidad de aprobar a la vuelta de verano genera una desigualdad en tanto que solo viable o como mínimo mucho más factible para quienes tienen recursos para pagarse una segunda escuela durante el verano”.
Entre los docentes se considera que no solo se podría ganar en mejor organización del curso siguiente sino también evitar disfunciones con las interinidades, etcétera.