El ambiente festivo va viendo la luz poco a poco con la puesta de las primeras luces esperando el gran día del alumbrado, la colocación de los puestos ya preparados para arrancar la temporada en Ceuta y la actitud de los caballas, quienes por lo general tienen ganas de feria, aunque no todos comparten el mismo espíritu.
Las luces, las risas, los volantes y las garrapiñadas son parte de la esencia de estos días. No obstante, la preocupación económica es la cara oculta y menos agradable pero existente que en esta ocasión los feriantes guardan. Así es ya no solo debido a los estragos de la pandemia si no porque también hay que contar con el tema de la frontera, pues a veces la fluidez del tránsito se presenta excesivamente lento en ambos sentidos y existen todavía restricciones. Como consecuencia, los primeros feriantes prevén un posible descenso en los beneficios.
Visitamos ‘Turrones los Mellizos’, un negocio familiar, que ofrece desde dulces hasta juguetes, situado en los Jardines de San Sebastián a la entrada de la Marina Española, que espera poder recuperar lo invertido durante la feria. La propia dueña, Asunción López, afirmaba ver cierta tristeza en el ambiente de la ciudad. Asimismo, contaba que la mayor facturación suele proceder de sus clientes musulmanes, muy aficionados a este tipo de dulce, que compran turrones tanto para consumo propio como para llevar como regalo a la familia y amigos, gastando finalmente una suma tan elevada que puede rondar los cuatrocientos euros. Con el tema de la frontera se augura que los beneficios se vean afectados negativamente. López lamentaba el posible estado del negocio en un futuro, concluyendo con pesar que “a ver si nos cuesta dinero estar aquí”.
“Serán unos días estupendos en familia”, “hay que volver a la vida”, “queremos pasárnoslo bien, ir a kioscos y montarnos en atracciones”, declaraban tanto adultos como los más pequeños de la casa, en los que la alegría era visible al recorrer la explanada cada vez más preparada.
Problemas económicos, problemas sanitarios y la frontera cerrada nos auguran una feria tranquila y sin masificación.
Y eso de que la gente está deseando que llegue la feria, será en las encuestas nada sinceras y partidistas de cierta parte minoritaria de la sociedad ceutí.