El miércoles 20 de abril, una vez que el Decreto Ley en virtud del cual los cubrebocas dejarán de ser obligatorios en el interior salga publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se dirá adiós a las mascarillas en este ámbito, aunque con algunas excepciones. Una decisión que el doctor Julián Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Laboral del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE), recordó era previsible, aunque a su juicio podía haberse esperado un poco más.
Destacó el carácter reversible que tiene que tener la medida, atendiendo a los indicadores epidemiológicos. No obstante, al hablar del momento actual, hizo referencia a una situación epidemiológica “buena”. “Aún cuando hay una incidencia elevada, es una incidencia en una infección respiratoria que es de baja gravedad, aunque alta transmisibilidad”. En lo que respecta a los indicadores hospitalarios, considerado como el más fidedigno, dijo que “aunque el de mayores de sesenta años está en una incidencia estabilizada en unos cuatrocientos por cien mil, que es bastante, en ese grupo de vulnerables la ocupación hospitalaria es muy baja, y eso es bueno”.
Por otra parte, recalcó que se trata de una decisión parcial, “porque es una decisión que se toma no para todos los ámbitos, sino para los que no sean vulnerables”. Hay que recordar que en los centros de salud, hospitales, centros sociosanitarios y en los transportes, sí se debe continuar usando el tapabocas, así como lo deben seguir haciendo las personas sintomáticas. “Hay que tener en cuenta por tanto que no es completa”.
En líneas generales, Domínguez opina que la decisión quizás podría haber esperado uno poco más después de Semana Santa. “Quizás sería más prudente haber esperado un poquito más, pero vamos a pensar en que haya suerte y no tengamos rebrotes ni aumentos de casos por el aumento de interacción social y por la movilidad que crecerá de manera importante en la Semana Santa”.
En este sentido hizo referencia a la nueva variante BA.2, que tiene un poco más de transmisibilidad y que “está dando muchos problemas en Alemania, por ejemplo, donde están volviendo a tomar restricciones o incluso en Andalucía, donde la opinión es que no se quitara todavía la mascarilla, sino que se dejara más tiempo, y hablamos siempre de espacios cerrados”.
Por último, sobre el temor que sientes algunas personas de dejar de usar la mascarilla, el jefe de Medicina Preventiva dio una respuesta lógica y clara: “En el caso de las personas que quieran usar mascarilla, no hay ningún problema en hacerlo, las personas pueden decidir usarla, no hay que convencer a nadie para que deje de usarla, en todo caso hay que convencer a la gente de que la use cuando tenga síntomas, que la use cuando tenga conocimiento de personas que son vulnerables”. Insistió en que quienes quieran seguir usando los cubrebocas lo pueden seguir haciendo, si eso les da tranquilidad.
Anda ya Domínguez
!Cómo se nota que se las pone poco!
El último párrafo es digno de una mente brillante como la de este experto. (Ironía)