El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, recalcó ayer, ante el auditorio de la Manzana del Revellín, lo que pretende que sea y suponga la visita institucional girada ayer por el gobierno gallego, invitado a los actos conmemorativos del Día de la Autonomía. Y ese objetivo no es otro que el de lograr un “intercambio de experiencias en la gestión de los servicios, una plataforma para dar a conocer los atractivos de Ceuta al mundo empresarial gallego, y apoyo político e institucional a las legítimas pretensiones sobre reconocimiento de las peculiaridades de nuestra ciudad en el orden económico y fiscal”, sentenció.
Entiende Vivas que podría apostarse por una senda común en la que Galicia y Ceuta unifiquen lo que tienen de similar que, a juicio de Vivas, son muchos asuntos. Más allá de lo meramente poético, en lo que el presidente perdió buena parte de su discurso, para Vivas existen vías comerciales y empresariales amén de económicas que pueden ser puestas en común. Así que el día de ayer, sin marca festiva en el calendario, se convirtió en una especie de reivindicación de la esperanza que puede encontrarse en tierras gallegas, dando paso, además, a la oportuna crítica por la situación económica vivida y la exigencia a las instituciones estatales y comunitarias para atender a Ceuta en sus necesidades.
Una esperanza que vinculó a los momentos de incertidumbre vividos. “Considero inevitable la referencia a la dura crisis, económica y social, que, desde hace tiempo, sufrimos. Tiempos de incertidumbre y frustraciones, de paro, desconfianza, dificultades para muchas familias y para muchas empresas y de graves riesgos para el mantenimiento de prestaciones y servicios esenciales. Tiempos difíciles, muy difíciles, que exigen un comportamiento coherente y comprometido por parte de todos, y muy especialmente por parte de las administraciones públicas”, sentenció, pintando un panorama en el que coincidió con el discurso ofrecido por la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo. “Se necesita, cuanto antes”, dijo, “una respuesta consistente, creíble y global, que apueste claramente por el equilibrio presupuestario y la contención de la deuda, por la unidad de acción, y por la racionalidad en la asignación de cometidos y funciones entre las distintas administraciones. Una respuesta, en definitiva, que debe estar basada en una elevada dosis de generosidad, responsabilidad y solidaridad”, apostilló el presidente de la Ciudad.
“Es esta ocasión propicia para señalar los retos y afanes que, como institución, deben marcar, de cara al futuro inmediato, nuestras inquietudes. Si tuviera que elegir uno, el más prioritario entre los aludidos objetivos, considero que, por ser clave para la estabilidad, merece tal calificación la necesidad de lograr una estructura económica y productiva que sea capaz de resolver el drama social del paro que, de manera crónica, padecemos. Aspiración inaplazable y vital, que precisa del apoyo, decidido y estable, del Estado y de la Unión Europea. Dicho de otra forma: Ceuta por sí sola no puede superar las dificultades estructurales existentes, dada su naturaleza y envergadura; Ceuta necesita de un tratamiento especial por parte de las mencionadas instancias, nacionales y comunitarias”, sentenció. En ese llamamiento a las ayudas a la ciudad, volvió a rememorar los objetivos económicos y fiscales que se plantea la institución y que ya se han reiterado en los distintos foros en los que Ceuta está representada.
Si con evidente carga económica y política fue la declaración institucional de Vivas, también hubo espacio para los compromisos. Y ahí se tocó la fibra más social. “Quiero dejar constancia, a modo de declaración de intenciones, de nuestro firme propósito de hacer todo lo posible para mantener las prestaciones dirigidas a los más necesitados y la calidad de los servicios. Al igual que seguiremos empeñados en dar continuidad a la tarea de mejora y renovación de infraestructuras y equipamientos, sin superar los límites de endeudamiento ni quebrar el equilibrio presupuestario”, indicó. Una parte final de su intervención en la que no faltaron los dardos: “Es necesario obtener una respuesta favorable a nuestra insistente, y no siempre atendida, pretensión de ver compensadas, de manera justa y suficiente, los llamativos esfuerzos que esta administración realiza para atender necesidades”, aclaró, volviendo el debate de las competencias y de los excesos de una administración que hace más porque echa en cara que otras hacen menos.
Entiende Vivas que podría apostarse por una senda común en la que Galicia y Ceuta unifiquen lo que tienen de similar que, a juicio de Vivas, son muchos asuntos. Más allá de lo meramente poético, en lo que el presidente perdió buena parte de su discurso, para Vivas existen vías comerciales y empresariales amén de económicas que pueden ser puestas en común. Así que el día de ayer, sin marca festiva en el calendario, se convirtió en una especie de reivindicación de la esperanza que puede encontrarse en tierras gallegas, dando paso, además, a la oportuna crítica por la situación económica vivida y la exigencia a las instituciones estatales y comunitarias para atender a Ceuta en sus necesidades.
Una esperanza que vinculó a los momentos de incertidumbre vividos. “Considero inevitable la referencia a la dura crisis, económica y social, que, desde hace tiempo, sufrimos. Tiempos de incertidumbre y frustraciones, de paro, desconfianza, dificultades para muchas familias y para muchas empresas y de graves riesgos para el mantenimiento de prestaciones y servicios esenciales. Tiempos difíciles, muy difíciles, que exigen un comportamiento coherente y comprometido por parte de todos, y muy especialmente por parte de las administraciones públicas”, sentenció, pintando un panorama en el que coincidió con el discurso ofrecido por la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo. “Se necesita, cuanto antes”, dijo, “una respuesta consistente, creíble y global, que apueste claramente por el equilibrio presupuestario y la contención de la deuda, por la unidad de acción, y por la racionalidad en la asignación de cometidos y funciones entre las distintas administraciones. Una respuesta, en definitiva, que debe estar basada en una elevada dosis de generosidad, responsabilidad y solidaridad”, apostilló el presidente de la Ciudad.
“Es esta ocasión propicia para señalar los retos y afanes que, como institución, deben marcar, de cara al futuro inmediato, nuestras inquietudes. Si tuviera que elegir uno, el más prioritario entre los aludidos objetivos, considero que, por ser clave para la estabilidad, merece tal calificación la necesidad de lograr una estructura económica y productiva que sea capaz de resolver el drama social del paro que, de manera crónica, padecemos. Aspiración inaplazable y vital, que precisa del apoyo, decidido y estable, del Estado y de la Unión Europea. Dicho de otra forma: Ceuta por sí sola no puede superar las dificultades estructurales existentes, dada su naturaleza y envergadura; Ceuta necesita de un tratamiento especial por parte de las mencionadas instancias, nacionales y comunitarias”, sentenció. En ese llamamiento a las ayudas a la ciudad, volvió a rememorar los objetivos económicos y fiscales que se plantea la institución y que ya se han reiterado en los distintos foros en los que Ceuta está representada.
Si con evidente carga económica y política fue la declaración institucional de Vivas, también hubo espacio para los compromisos. Y ahí se tocó la fibra más social. “Quiero dejar constancia, a modo de declaración de intenciones, de nuestro firme propósito de hacer todo lo posible para mantener las prestaciones dirigidas a los más necesitados y la calidad de los servicios. Al igual que seguiremos empeñados en dar continuidad a la tarea de mejora y renovación de infraestructuras y equipamientos, sin superar los límites de endeudamiento ni quebrar el equilibrio presupuestario”, indicó. Una parte final de su intervención en la que no faltaron los dardos: “Es necesario obtener una respuesta favorable a nuestra insistente, y no siempre atendida, pretensión de ver compensadas, de manera justa y suficiente, los llamativos esfuerzos que esta administración realiza para atender necesidades”, aclaró, volviendo el debate de las competencias y de los excesos de una administración que hace más porque echa en cara que otras hacen menos.