Ocurre en ocasiones que, tal vez por caprichos del azar, el nombre que se le otorga a un hijo o a una mascota, tiene tanta fuerza que el niño o el gato en cuestión, terminan por ser absorbidos, por hacer bueno, por cumplir a rajatabla lo que el nombre dice, ese significado que se hace una realidad corpórea; ocurre lo mismo con el nombre de las calles, ¿cómo si no entender que la calle Real sea, en efecto, un pulsómetro magnífico para medir la situación –‘Real’– en la que se encuentra la economía a través del conocimiento de cómo han ido las ínclitas y esperadas rebajas de julio y agosto?
“Regular, tirando a mal”, confiesa Gema, responsable de ‘Springfield’, antes de bucear en las posibles causas: “Es verdad que el año pasado por estas fechas teníamos la tienda siempre a reventar pero, entre otras razones, se debe a que estábamos en un período de liquidación que este año no hemos llevado a cabo”.
Su compañera de faena, Sonia, apunta que “aunque en agosto no hemos tenido esas oleadas en la que nos sentíamos por momentos desbordadas, sí que en julio hemos conseguido hacer una buena caja, sobre todo gracias a la venta de artículos de nuestra colección, que también es económica, casi tanto como las propias rebajas”.
El olor de la crisis, ese tufillo que se cuela por las fosas nasales y ahoga al instante, también se filtra hasta en la ‘Perfumería Revellín’, “con menos público en agosto del habitual, seguramente debido a que el Ramadán ha caído este año en pleno mes de compras y eso ha provocado que la comunidad árabe haya salido menos de casa en la franja de máximo calor”, considera Raquel, propietaria de la perfumería.
“Ésta tienda”, prosigue la mujer, “tiene además el hándicap de que, a diferencia de otras tiendas, mantiene los precios, porque marcas como ‘Dolce y Gabana’ no acostumbra a subir ni a bajar el precio de sus fragancias, aunque ésto lo compensamos con estanterías de artículos, también de calidad, accesibles para todos los bolsillos”.
¿Tienen todos los bolsillos el fondo necesario para afrontar la compra de una joya? “La joyería de Tous jamás baja de precio”, reconoce Nacho Espinosa, dependiente de la tienda, “por lo que en este campo no es posible hacer un balance acerca de si hemos vendido más joyas antes o durante las rebajas”.
No obstante, Tous también oferta productos que, durante el período de rebajas, experimentan una caída en el valor adquisitivo. De este modo, artículos como bolsos, carteras o fulares “se han vendido de manera impresionante gracias a que, como marca muy consolidada que somos, preparamos estas ofertas, que pueden alcanzar una reducción en el precio inicial de hasta un cincuenta por ciento, a través de catálogos que salen antes del período de rebaja, lo que motiva que cuando éstas dan comienzo, los clientes vengan, sobre todo a primeros del mes de julio, con la visión muy favorable”.
Esa primera oleada de clientes, esa explosión de ventas que tanto anhelan los comerciantes, también la valora Susana, de la zapatería ‘La Meca’: “Ésta tienda comenzó su andadura en el mes de marzo y, desde entonces, el balance que hago es positivo, destacando sobre todos los meses el comienzo de julio, cuando las rebajas empezaron”.
Ahora, la zapatería que regenta Susana, se encuentra en un período “suave a la espera de una nueva explosión en las ventas, algo natural en un negocio como éste porque las personas ya no se atreven a comprar muchos zapatos de verano, porque ya termina, y todavía no se animan a llevarse uno de otoño, porque el frío aún no ha llegado”.
Con unos buenos zapatos protegiendo los pies, caminamos desde la calle Real hasta llegar al centro comercial ‘Parque Ceuta’. Una vez en el interior, los reclamos luminosos y fosforescentes copan el escaparate del grueso de los establecimientos, tiendas de ropa, de complementos deportivos, de artículos de informática, en pos de aferrarse al último tirón de las rebajas.
“Falta hace que haya un despunte, esperamos que este fin de semana vaya bien y así se compense un poco el verano malo que, en lo que a ventas se refiere, hemos tenido”, indica Vanesa, encargada de ‘Women’secret’, quien añade que “tránsito sí que ha habido pero era un movimiento de personas que entran en la tienda, merodean largo tiempo y se marchan sin adquirir ningún producto”. Sobre este panorama, Vanesa recuerda que “desde el mes de enero se ve cómo la crisis está causando estragos en unos clientes que sólo se atrevena a gastar en promociones del tipo ‘2X1’ o 50%’. Al final de la misma galería, Marisa,encargada de ‘El encuentro’ califica las rebajas como “flojas”, adjetivo que sustenta en tres causas: “La crisis económica, el Ramadán, que ha rebajado el número de clientes de la comunidad árabe, y el excesivo calor, que ha poblado piscinas y playas en lugar de tiendas”.
Para apagar el pulsómetro que mide las pulsaciones vitales de las rebajas, es decir de una sociedad, una opinión que arroja un buen balance. Se trata de la que da Laura, encargada de Inside: “Han ido estupendamente”. Ya se sabe: cada ritmo cardíaco late a su particular ritmo.
Una señora, tras comprar pan: “Las tiendas tienen que rebajar las rebajas”
El sol cae a plomo, empujado por ráfagas de viento, en la mañana ceutí cuando una chica sale, acompañada de una amiga, de una tienda de moda y dice: “La ropa es muy bonita pero no podemos estar todos los días comprando”, a lo que su amiga contesta que “eso estaría guay”; a pocos metros, un hombre asegura que “prefiere ir a Marruecos para comprar vaqueros, camisas y ropa interior porque algo se ahorra con respecto a Ceuta”; una mujer avanza empujando un carrito en el que se mueve, ágil, un chico rubicundo: “Lo que deberían rebajar, son los productos para bebés”; una señora, que lleva en la bolsa el pan del día, suelta una frase que suena a sentencia devastadora: “las tiendas tienen que rebajar las rebajas”.