En la madrugada del sábado al domingo, alrededor de las tres menos cuarto quemaron intencionadamente dos vehículos en la zona de la Almadraba. Uno de ellos era una furgoneta matrícula de Barcelona, aparentemente nueva. De esta manera se continúa con la práctica del incendio intencionado por distintas causas como publicamos en nuestra edición de ayer.
Una manera de delincuencia contra la que no pueden hacer nada los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía Local, ya que a las pruebas nos remitimos porque no ha bajado para nada el número de automóviles incendiados.
En el grueso de los que se incluyen en la delincuencia pura y dura están aquellos que se queman después de haber sido robados, con la intención de eliminar cualquier tipo de prueba o incluso restos de ADN. También, en el mismo grupo, están aquellos derivados de ajustes de cuentas, y de éstos la Policía Nacional tiene varios casos encima de la mesa.
Y al hablar de ajustes de cuentas no piensen únicamente en los trapicheos de drogas y los enfrentamientos que se derivan de este negocio.
Cada vez más los líos de faldas y los tradicionales ‘cuernos’ están detrás de este tipo de acciones y de más de alguno de los tiroteos recientes que se han producido en la ciudad.