En varias ocasiones, al menos cuatro de ellas, tuvieron que subir los miembros del Servicio de Extinción de Incendios a la Barriada del Príncipe Alfonso para apagar fuegos intencionados por parte de grupos de incontrolados.
Según ha podido conocer esta redacción, en cuanto se apaga uno de los fuegos y no habían hecho que regresar a sus intalaciones, una nueva llamada les alertaba de que existía un nuevo foco en otro lugar de la barriada y en la última ocasión, ni se tuvieron que marchar del lugar, porque justo cuando habían apagado uno, ya estaba unos metros más arriba ardiendo unos restos de vehículos.
En la primera de las ocasiones fue un contenedor el que salió ardiendo de manera intencionada.
Después del correspondiente aviso que tal y como nos narran los propios bombreros lo suelen hacer los mismos que inician el fuego, se trasladaron y lo apagaron a los pocos minutos.
Pues bien, no habían pasado diez minutos cuando les informan de un pequeño incendio en la zona del Puente de Arcos Quebrados. Ardieron unos ochocientos metros cuadrados de rastrojo y monte bajo aproximadamente.
Y en esta ocasión no les había dado tiempo ni a salir de allí, cuando ven fuego unos metros más arriba, en un lugar donde hay coches abandonados y basura, sofocándolo de manera inmediata.
El cuarto incendio se producía a última hora y muy cerca del transformador de luz de la zona.
Todos estos servicios que realizaron en la Barriada del Príncipe Alfonso lo efectuaron con la escolta de los agentes de la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía, al que avisan de manera inmediata en cuanto no tienen más remedio que acudir a este núcleo de población, ante las continuas agresiones que han sufrido en otras ocasiones nada más llegar.