Es inversamente proporcional en estos momentos. Por supuesto que la presión migratoria de los menores extranjeros no acompañados no es la misma que hace tres años. Es una realidad que, por supuesto, nada más que hace falta fijarse en las estadísticas para darse cuenta. Pues bien, a medida que ha subido la presión migratoria ha ido de manera inversamente proporcional la aportación del Estado. Que de casi tres millones de euros lo ha dejado en un millón seiscientos mil. Porque a Ceuta no se le puede pedir que por tener esas competencias de menores tenga la obligación de atender a los hijos pequeños de la inmigración, porque es un problema estatal, le guste o no a Madrid. Ahora mismo hablamos de ciento cincuenta menores marroquíes en el centro de ‘La Esperanza’ y cuarenta menores subsaharianos en el centro Mediterráneo. Aquí nadie puede escurrir el bulto y decir que ayudarán en la medida de sus posibilidades.