Ya debemos decir Basta. Hoy nos hemos desayunado con un twitter de VOX con el siguiente texto: “Hoy no os durmáis muy tarde, mañana a las 9,30 tenemos pleno en la asamblea de Ceuta. Nunca se sabe qué puede deparar un espacio con mafiosos, delincuentes y yihadistas”.
¿Hasta dónde puede llegar la política? ¿Cuánto podrá aguantar nuestra ciudad con la inmensidad de problemas a los que nos tenemos que enfrentar día a día?. ¿Hasta cuándo seremos noticia en el resto del país por los insultos, los gritos, la falta de decoro, las amenazas, los gestos más nauseabundos que se puedan dar en una asamblea del pueblo?
¿Podremos soportar tanta ira, tanta rabia acumulada en un pueblo que necesita justamente todo lo contrario? ¿No podemos defender las ideas desde la libertad sin bajar a los más bajos fondos de la intolerancia?
Hay una línea roja, una alarma social que tendría que hacernos reflexionar lo que ocultan los mensajes subliminales y explícitos
¿Qué debemos hacer los que asistimos día tras día a este espectáculo desolador que recuerda una y otra vez la miseria de los discursos amenazadores, la apología de un golpismo tácito pero que se palpa en cada palabra, en cada gesto, en cada mirada, en cada escrito?
Hay una línea roja, una alarma social que tendría que hacernos reflexionar lo que ocultan los mensajes subliminales y explícitos. Son bombas dialécticas que asolarán la esperanza de la convivencia, que alimentarán la sospecha de unos contra otros derribando todo lo que hemos conseguido en esta Democracia después de tantos años en el exilio.
Ahora que corren malos tiempos para la Filosofía sería más necesario que nunca volver a reflexionar sobre los valores sobre los que se sostiene nuestro presente y nuestro futuro.
Acusar de “terroristas” a diputados de la Asamblea, tildarlos de yihadistas y traidores en un parlamento sin que tenga ninguna consecuencia es una debilidad de las leyes.
¿Podremos soportar tanta ira, tanta rabia acumulada en un pueblo que necesita justamente todo lo contrario? ¿No podemos defender las ideas desde la libertad sin bajar a los más bajos fondos de la intolerancia?
Salir de esta emboscada no será fácil, devolver a las instituciones la confianza y el respeto que se merecen será una tarea de titanes...Y no hay derecho. No hay derecho a tolerar la intolerancia, a derramar el miedo, a pintar el cielo de Ceuta con soflamas incendiarias mientras permanecemos atónitos ante lo que nos cuentan los medios de comunicación que cubren las noticias de la política local.
Ayer celebramos el día contra la VIOLENCIA DE GÉNERO. Ver y oír los que dicen nuestros alumnos sobre esta lacra social nos invita a no perder la esperanza, a seguir luchando contra los enemigos de una sociedad cada vez más abierta pero, a su vez, más amenazada por los que quieren destruirla.
Deberíamos llevar a los alumnos a los plenos y, antes de iniciarlos, hacerles escuchar a nuestros representantes los auténticos problemas que tiene la juventud y hacerles ver que ellos también se pueden convertir en un problema cuando han sido elegidos para resolverlos.
Deberíamos unir nuestras fuerzas para seguir adelante, para levantar nuestra voz por todos los que se dejaron la vida defendiendo la libertad sin ira.
Somos más, no os dejaremos, haremos muros, construiremos murallas, permaneceremos juntos, estaremos en cada rincón y a cada hora para que seáis derrotados, porque vuestra derrota será el triunfo de la libertad.
Venceremos, no podrán arrebatarnos la dignidad.