Tras una breve enfermedad, ha fallecido en Cádiz, el doctor Juan Antonio Micó Segura, Catedrático de la Universidad de Cádiz, nacido en Ceuta en 1956. En varias conversaciones mantenidas con él, pude comprobar la importancia decisiva que, en su manera de interpretar la vida y de vivir su vocación de investigador, de profesor y de médico alcanzaban su nacimiento en Ceuta y, sobre todo, la influencia de la atmósfera que respiró en su hogar gracias a su madre, que era costurera, y a su padre, chófer del jefe del Parque de Artillería. Con cierta jactancia, presumía de los beneficios de aquellos primeros estudios en una academia en la que “convivió” con profesores franceses y españoles, y con compañeros de diversas religiones, culturas y niveles sociales.
Con indisimulado entusiasmo y con claras expresiones de gratitud, me solía comentar lo identificado que se sentía con la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz en la que, tras sus estudios, se había entregado con sus tareas docentes, investigadoras y administrativas. Recuerdo que, ya desde el tercer curso, fue alumno interno en el departamento de Farmacología, después completó su formación en la Pitié-Salpêtrière de París y en Cardiff (Gales) para, finalmente, lograr la plaza de Catedrático de Farmacología en nuestra Universidad, donde también ha ejercido como Vicerrector de Investigación. Sólo como un dato significativo recuerdo que ha desarrollado importantes investigaciones en Neuropsicofarmacología y, más concretamente, en la depresión, en la esquizofrenia, en los trastornos bipolares, en la depresión y en el dolor.
La vida y la intensa actividad de este ceutí cabal, competente médico e inquieto intelectual, ha enriquecido nuestra sociedad con la eficacia de su trabajo profesional concienzudo, con la elegancia discreta de sus profundas investigaciones y con la cordialidad de sus amenas conversaciones.
Juan Antonio Micó Segura poseía la conciencia y la sensibilidad de un científico, de un universitario y de un investigador cuya desaparición ha causado un hondo impacto en nuestra Universidad y en nuestra Ciudad. Sus alumnos y sus compañeros de Universidad nos sentimos golpeados por tan grave, imprevista e irreparable pérdida. Que descanse en paz.