Se trata del programa Trabaja@ que, desde hace casi un año, está ejecutando una intermediación directa entre el empresario y el parado. Una intermediación que se ejecuta a través de una jornada de puertas abiertas con empresarios del sector de la construcción que pueden conocer in situ la formación que reciben los alumnos. “Ya han venido siete empresas que pueden conocer cómo se forman los alumnos y se les informa de las ayudas que pueden reciben por contratar a alguno de estos desempleados”, asegura Noelia Sánchez, una de las integrantes del programa.
Se da la circunstancia de que las bases para la convocatoria de contrataciones de este año incluyen una nueva cláusula por la cual las empresas tienen la obligación de contratar a desempleados durante un periodo de seis meses y que no hayan trabajado nunca para la empresa.
La iniciativa ya ha dado sus primeros frutos, tres de las empresas que han efectuado la visita han solicitado varios currículums de los estudiantes una vez que finalice esta convocatoria. “Cuando terminen la formación preparamos al alumnos para que se enfrente a la entrevista, les hacemos el currículum”, explica Pilar Larrinaga, otra de las responsables de Trabaj@.
La finalización del curso no es suficiente para llevar a cabo la inserción social. Las integrantes de Trabaj@ se encargan de seleccionar a los alumnos teniendo también en cuenta una valoración de profesores y tutores en lo relativo no sólo a su cualificación profesional, sino también en cuanto a su integración social.
La integración social es una parte esencial de esta formación
Isabel Cabrera y Marisa González, educadora social y técnico de integración, respectivamente, se encargan de la tutorización de los alumnos, que comprende la supervisión, control, y seguimiento del alumnado a fin de comprobar su “asistencia y rendimiento, además de atender la problemática personal, social o de cualquier otro índole haciendo derivaciones, un estudio de la problemática y actuando en la medida de lo posible”, apunta Cabrera.
Con un perfil complicado, jóvenes provenientes del fracaso escolar, con escasa cualidad laboral y habilidades sociales, y personas de edad media, en algunos casos procedentes de la alfabetización, el trabajo de ambas tutoras es fundamental a la hora, ya no sólo de que consigan una experiencia laboral para mejorar sus posibilidades de inserción laboral, sino también para extrapolar esta mejora a la integración social, aspecto que destaca González. “La gran mayoría no están acostumbrados a relacionarse fuera de su entorno, ni a mantener unos horarios y aquí consiguen, además de conseguir una formación laboral, una integración social, algo que es muy importante”.
Prácticas muy reales
Unas prácticas más que eficaces para entrar totalmente preparados en el mercado laboral. Así podría resumirse la aplicación teórica de los alumnos una vez salen de las aulas para ejercitar lo aprendido entre los pupitres. Y es que una en las zonas habilitadas para realizar la parte práctica del curso, la tarea a desarrollar es la que se llevaría a cabo en una obra real. “En el caso de la albañilería todos van pasando por todas las zonas de práctica. Desde fontanería, perlista, solador alicatador, pladur o aire acondicionado. Cada uno realiza su trabajo como se haría en una auténtica obra”, explica el director de la Escuela de la Construcción, Pedro Moreno.
Existe otro tipo de prácticas que se ejecutan en el Fortín del Príncipe donde los alumnos están edificando un apartamento. A esta actuación se van incorporando a medida que llega el turno de cada una de las especialidades que integran el sector de la construcción.
135 alumnos participan en alguno de los nueve cursos que se imparten en la primera convocatoria de la Escuela de la Construcción: Electricidad; Albañilería; Fontanería especialización; Pladur especialización; Perlista-yesista; Solador-alicatador; Limpieza integral de edificios; Aire acondicionado; y Ferraya e interpretación de planos que, este año incorpora esta segunda capacitación, “porque los empresarios cada vez exigen más que el trabajador sepa interpretarlos”.
El próximo 19 finaliza esta primera convocatoria y ya han comenzado los preparativos para la segunda que, si bien incluirá el mismo número de cursos, Moreno no descarta “alguna variación, aunque todavía no está cerrado”. Dará comienzo entre finales de septiembre y principios de octubre y, al igual que en esta ocasión, tendrá una duración de seis meses con una ayuda de 840 euros para la totalidad del periodo.
Posteriormente a la clausura, los días 20 y 21 se impartirá un curso de ocho horas dirigido a recibir la Tarjeta de Cualificación Profesional (TCP), necesaria a partir del próximo año para trabajar en este sector, y que será entregado por la Fundación Laboral de la Construcción. No será el primer acto oficial que se desarrolla en estas instalaciones. Hace unos meses Ferrovial organizó la reunión del Comité de Seguimiento del FEDER a fin de que conocieran in situ cómo se invierte el dinero europeo en nuestra ciudad.
Si aún no se han concretado los cursos de la próxima convocatoria, Moreno comenta que lo que sí se ha hecho ya es solicitar que el autobús llegue hasta la Escuela, “porque ahora solo lo hace hasta el colegio Santa Amelia o Benítez”.
Ikram Nayib - Albañilería
“Desde niña me ha gustado el tema de la construcción y esta es una forma de empezar a trabajar. Es un poco difícil, pero lo llevo bien. No me importa que sea un trabajo que siempre han hecho los hombres. A la hora de montar ladrillos soy la primera (risas). En esta Escuela estoy muy contenta porque los monitores nos forman muy bien”.
Mustafa Mohamed - Albañilería
“Intenté entrar el año pasado pero no me seleccionaron y este año he pasado la prueba. Es escuela me permite aprender un oficio, es una oportunidad para encontrar un trabajo. Llevo en paro un tiempo y soy un padre de familia con dos hijos. La Escuela es de lujo, los monitores son maravillosos y el director en muy singular y muy amable”.
Kauta Chrif - Aire Acondicionado
“Me interesaba conocer cómo se trabaja el aire acondicionado. Estaba parada y este curso me ofrecía la oportunidad de tener una salida laboral. Me gusta mucho el curso, me intrigan los aparatos acondicionados y aquí estoy aprendiendo mucho. En estos trabajos existe mucha igualdad entre hombres y mujeres, además”.