La continuidad de actos relacionados con la cultura y los mayores es el mejor homenaje que se le puede hacer a José Ferrero. Es la esencia que se puede extraer del solemne acto que se celebró ayer en el salón de actos de las Murallas Reales. Y a dar continuidad estos proyectos se comprometieron ayer las personas que durante mucho tiempo han estado junto a él fomentando la cultura entre los mayores.
Además, sus escritos también serán inmortales, ya no sólo porque la Biblioteca Municipal los recogió en un CD que entregó en otro homenaje póstumo a Ferrero, sino porque el editor de ‘El Faro’, Rafael Montero, se comprometió ayer públicamente a que un libro con todos ellos “verá la luz lo antes posible si la familia lo autoriza”.
Además, también existe un video en el que se resume su vida y sus incalculables colaboraciones con muchas entidades, como el Centro Penitenciario de Los Rosales, donde aún lo recuerdan con mucho cariño.
Y es que Ferrero hizo una “gran labor cultural”, tal y como manifestó el editor de ‘El Faro’, no sólo por sus artículos en el decano de la prensa ceutí sino también por ser el alma máter de Aulace y participar en diversas publicaciones. También jugó un papel imprescindible para el suplemento que se publicaba en este diario.
Montero recordó también que era una persona dispuesta a colaborar siempre en los grandes especiales de este medio. A Ferrero lo recordó como un hombre inquieto y con una necesidad de aportar a la sociedad ceutí su experiencia. Además, apoyó la iniciativa de que una calle tenga el nombre de José Ferrero.
En el homenaje, en el que estuvieron presentes sus hijas, intervino también el presidente de Aulace, Francisco Infantes, quien reconoció su gran labor para que el suplemento de Aulace saliera a la luz. “Su humildad, ideas claras, sólidos argumentos y liderazgo hizo posible llevar a cabo numerosos proyectos”, dijo.
También intervino Ramón Galindo, decano de la Facultad de Educación y Humanidades, y otro de los artífices de que Aulace se hiciera diera sus primeros pasos. Galindo resaltó la figura de Ferrero y recordó su esfuerzo por organizar el certamen de relatos cortos, viajes y suplementos. Además, reconoció que su etapa en Aulace constituye la “experiencia más gratificante y satisfactoria” de su carrera profesional.
María Fortes también dijo de él que “nos quedan sus recuerdos, sus escritos, nos queda su palabra”.
Intervinieron también algunos de sus compañeros, quienes leyeron varios artículos, como ‘El difícil arte de sobrevivir’ o ‘El bastón’. Manuel Mata también dijo que el mejor homenaje a Ferrero es “consolidar sus logros”.
Sus hijas, quienes recibieron una placa, agradecieron a la organización y a los asistentes el cariño mostrado durante el homenaje.