Es el momento más esperado. Ese momento en el que se juntan las emociones, palpita rápido el corazón y los vellos se ponen de punta. Y todo eso sucedió en la cuna de la Legión, en Ceuta, cuando con motivo de la celebración de los 101 años se entonó, una vez más, el Novio de la Muerte.
Con la pandemia no se pudo celebrar con los honores que se debía esos 100 años de Legión. Por eso quizá este año se espera con más ganas. Aquel primitivo cuplé cantado por Lola Montes ha pasado a ser el santo y seña de la Legión, al contener una letra que exalta el espíritu militar y legionario, habiendo sido adaptada a la legión española.
Y es que ese Novio de la Muerte tiene algo que lo hace especial, tiene algo que lo convierte en la bandera de un Tercio y que como tal hace sentir unas emociones especiales. Este año se cumplen los 101 de la fundación de la Legión y se ha hecho con la emoción contenida por todos aquellos que esperaban con ansia la celebración del que ha sido el primer gran acto militar sin tantas restricciones, abierto por tanto a un reducido grupo de público, pero con la importancia y trascendencia debidas.
¿En qué se inspira el Novio de la Muerte?
Según la historia, la letra se basa en un suceso real que tuvo lugar el 7 de enero de 1921 en Beni Hassán, cuando en el transcurso de una acción militar durante la Guerra del Rif, fallecía como consecuencia de esas heridas el cabo de la primera bandera.
En su bolsillo se encontraron al parecer unos versos que acababa de escribir, emocionado por la reciente muerte de su novia. Poco antes había expresado a sus compañeros el deseo de reunirse prontamente con ella en la otra vida. Así que esta historia fue recogida por el fundador de la legión española, Millán Astray.
En el aire queda saber si esa historia fue real o solo una leyenda, pero el hecho es que se ha mantenido como el santo y seña de la Legión.
los siendo mucho, adios.