Percibo la salida, ¡pero es tan largo el camino! Por otra parte, ¿cuánto tiempo ha de pasar hasta que uno considera que ha cubierto una trayectoria?
El pasado sábado, 1 de abril, en una discreta sala, en los coquetos locales que la Confederación Salud Mental España tiene en Madrid, ocurría una primera vez: era la vez primera que una persona afectada por un problema de salud mental tenía derecho a voto en una Junta Directiva. Treinta años han pasado para contemplar este suceso.
No hay mejor lectura que el libro de los recuerdos.
Eran días distintos, cuando disponía de amplias horas, ya que mi única ocupación eran las tres o cuatro sesiones diarias de tenis de mesa. Mi añorado Jesús Sanz, que cumplía su prestación en el Plan de Empleo con Acefep, le comentó a Chari, la monitora del programa de Ocio y Tiempo Libre, que tenía un amigo que gustaba de emborronar cuartillas con algo de cadencia.
Rápidamente fui requerido por Chari para iniciar el taller de narrativa con los usuarios más osados (la revista SOMOS acababa de hacerse realidad). El ejercicio de la responsabilidad me hizo doblarle el pulso a la autoestima, y si he de hacer balance, os diré que el hecho de proponer ejercicios, de ejecutarlos a tiempo real con Juan Jesús, Mohamed o Eduardo, y de discernir el talento entre tanta amalgama, me catapultó en la comprensión de la página en blanco.
Frecuentaba el local, así que Mari Carmen me propone entrar en la Junta Directiva de Acefep. Mi oficio de secretario, que es el de levantar acta, me hizo espabilarme, y cierto día hubo novedad: Nacía en la central de Madrid el Comité de Personas con Enfermedad Mental, y yo estaba llamado a representar el colectivo de Ceuta.
En un golpe de vista me eligen responsable del Comité, y por siete años llevo madurando el lenguaje que se gasta en estas lides, y de hecho ahora somos el Comité Pro Salud Mental En Primera Persona (nuestro diccionario es exigente con la dignidad).
El signo de los tiempos es hacer cantera y liderazgo entre las personas afectadas para ir ganado espacios de decisión y representación en la confederación. Esto, ya que uno de los puntos que más influyen en la ganancia de la dimensión social que tiene todo individuo es la participación, el empoderamiento, y la toma de la palabra (tradicionalmente en manos de los familiares).
Esto no es fácil. Hay que redoblar la atención, poner otra velocidad, y familiarizarse con los procesos internos de una entidad que trabaja bajo la estricta exigencia de la calidad, y desde esa frontera ofrecerse al futuro.
Siete horas de reunión me valieron para dimensionar lo que se cuece en el órgano de gobierno, y yo intentaré hacerlo lo mejor posible.