Del epílogo del libro: Abdelaziz o la búsqueda de la identidad, a saber:
«Y, a modo de conclusión de esta historia de búsquedas de identidades, diré que no se puede ir contra la corriente, ni por mucho madrugar amanece más temprano, como dice nuestro refranero; porque aquella primera identidad de un joven emigrante magrebí, en que nos vimos implicados en su pronunciamiento y desarrollo, y que va camino de los cincuenta años, es la misma que ahora motiva a los mismos muchachos de entonces; sin embargo ahora se le denominan: «mena» -menores no acompañados-, y aunque el tiempo en los relojes es diferente, la cuestión primigenia es la misma; y en nada va a cambiar hasta que no se entienda la profundidad de la problemática. De tal manera, que, a estos muchachos, llevados por una equivocada a protección del menor, no se les puede desculturizar de su cultura primitiva y atraerlos en pos de un pretendido bienestar, a nuestra sociedad competitiva, deshumanizada y de máximo consumo.
Y, es claro que no debemos atraerlos a nuestra compleja sociedad occidental, porque ellos provienen de otra cultura más sencilla, donde las relaciones familiares son muy cercanas y ramificadas que sostienen un sistema de protección y de convivencia que se halla fuera de nuestros usos y costumbres; pero que a ellos los identifica y los personaliza en su entorno familiar y colectivo en la sociedad que les toca vivir.
Nunca sabremos el daño que hacemos y producimos con la despersonalización de estos jóvenes, que destrozamos sus señas de identidad y el ámbito de sus raíces identitarias, al proponerles otras propuestas culturales y educativas diferentes de sus países de origen. Bien sabemos que muchas entidades y diferente personalidades llevadas de su buena fe, y propiciadas por un exceso de proteccionismo de la normativa en este ámbito, abogan por que los mena sean educados en el país de acogida; sin embargo, serán los psicólogos y los sociólogos, los que a la vista del fracaso de estas políticas -salvo los casos de guerra y pobreza extrema- de inmersión forzada en la cultura occidental, declaren que es más beneficioso que queden en sus países originarios, acogidos, vigilados y financiados por un Instituto de Ayuda al Menor, que acogidos en países culturalmente diferentes, aunque de mayor peso económico. Y, que, en ese enfrentamiento cultural, siempre saldrán afectados sus equilibrios emocionales, y su futura disposición a integrarse en un mundo complejo donde son difíciles dar con las claves que los identifiquen con nuestra sociedad del bienestar.
Nuestra propuesta no es hacer de África y cualquier otro lugar deprimido de nuestro mundo, una fábrica de emigrantes, no, de ninguna de las maneras; porque nuestra propuesta no es que vengan a occidente después de un viaje lleno de terribles dificultades, donde muchos se dejan la vida -el Mediterráneo está sembrado de cuerpos de emigrantes- en el intento; sino que vayamos nosotros con nuestra mayor preparación y conocimientos tecnológicos a ayudarles a desarrollar sus recursos primarios de la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, el sector servicios y la industrialización y mejora de sus economías para hacer viables sus países, y sacarlos del subdesarrollo y la precariedad desde los tiempos de la esquilmación colonial.
No podemos volver a los tiempos del transporte de esclavos de las costas africanas a las plantaciones y haciendas del continente americano; disfrazados, ahora, con la llegada de miles de pateras a las costas europeas, financiadas por organizaciones y mafias dedicadas a estos menesteres, para lucrarse de este tráfico ilegal de personas, como antaño lo hicieran los barcos negreros».
Ya hemos escrito largo y tendido sobre la «invasión» de marroquíes a Ceuta -10.000 persona-, entre ellos niños y adolescentes que fueron sacados engañados de sus centros escolares por las autoridades marroquís y enviados a nuestra ciudad, anunciándoles que estaban invitados por el Gobierno de la Ciudad Autónoma.
Y, ya dijimos que fue una verdadera ignominia y una vergüenza que el rey y las autoridades del país vecino, arrojara a miles de niños y muchachos contra las vallas de la frontera y las aguas que rodean a los espigones con el fin de alcanzar las playas de Ceuta.
Los que hemos columbrado esta “invasión de 1000 personas”, hemos podido comprobar la situación dantesca de observar las riadas humanas que iban y venían; riadas humanas sin un rumbo determinado calle arriba y calle abajo pidiendo comida y un lugar para dormir…
Y, nosotros interpelamos a las ONGs para que de manera clara y explícita nos digan ¿qué es lo que quieren? ¿Acaso ver tirados a menores tirados por las calles y rincones de Ceuta? Acaso columbrar como mal viven hacinados por las escolleras de los muelles de Poniente y Levante del puerto. ¿Acaso, mendigar comida llevándose las manos a la boca?
No; no es de recibo que las ONGs, llevadas de una mal entendida solidaridad, lleven a estos menores a la desesperación y a la indigencia más absoluta. Alejados de su entorno cultural, familia y amigos en su país de origen: Marruecos.
No sería mejor crear un «Instituto de la Emigración» para menores en su propio país, pongamos: Tetuán; y, que en su entorno akáshico derivado de costumbres y tradiciones de siglos, puedan ser ayudados para que se preparen en la adquisición de conocimientos técnicos, para que una vez adquiridos puedan incorporarse al mundo del trabajo ya sea en Marruecos o incluso en España y la Unión Europea.
Cualquier tratado de psicología te dicta que no es aconsejable separar de su entorno natural a cualquier ser humano; sino darle las herramientas para que puedan desarrollarse en sus primigenias culturas y tradiciones. Porque si no atendemos a este elemental concepto psicológico, estaremos desclasando y destruyendo a estos menores, atrapados en una nueva cultura occidental que nunca acabaran asimilando; y, por otra parte, olvidando la suya propia. Con lo cual habremos colaborado en crear una mente dividida y escindida en el alma de estos menores que creen que occidente le puede dar la panacea a la situación de precariedad en que viven en sus países…
Y, con el propósito de ser más concluyentes y claros: el acogerlos sin una cubertura posterior que concluye cuando cumplen la mayoría de edad, es ponerlos a los pies de los caballos para que sean captados por bandas y mafias, que tienen carne fresca para introducirlos en la delincuencia y particularmente en la venta y distribución de la droga…
No; no quieran mirar a vuestros propios intereses, y culpen al Gobierno de la nación y al Gobierno de la Asamblea^*, de no ajustarse a lo que dicta la ley; porque no es de recibo lo que vive nuestra ciudad, Y, si acaso tienen dudas, venga, sí, vengan y patéense nuestras calle y plazas; y así mismo, vaya a las escolleras del Puerto, y luego nos cuentan: ¿Si es ajustado a derecho, a la elemental solidaridad, y al compromiso con los Derechos Humanos establecido en la Carta de la ONU, si estos niños y muchachos menores que deambulan sin rumbo y sin futuro por las calles de Ceuta, no merecen ser ayudados con un seguimiento de su realidad social, en su propio país, en su propia ciudad, en su propio entorno, y compañía de su propia familia y amigos?
NOTA:
(*) El Sr. Vivas, alcalde y presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, no dejo, acertadamente, las siguientes palabras -que subrayo en su totalidad- en su comparecencia a los medios, a saber: «Los menas deben de estar con sus familias, con sus gentes y en su entorno, y evitar la situación de manifiesta precariedad en que viven aquí en Ceuta».
Sus culturas, sus familias y sus entornos no les dan de comer, la emigración no es volutantaria, es obligada por circunstancias bien sabidas por todos, los emigrantes, la mayoría, sólo quiere sobrevivir y tener una vida digna, no piensa en derechos y libertades, estos tampoco los tendrá, como no los tiene fuera de su pais.
Cuando se escribe con mayúsculas significa gritar. No pierda las formas porque pierde la razón. Si usted quiere publicidad por escribir por aquí hace muy bien en poner su nombre y apellidos. Yo no tengo afán de protagonismo ni pretendo crear estados de opinión. Me parece muy original su neocolonialismo para remediar la emigración.
Le recomiendo templanza, paciencia, rebajar la soberbia y regular su libertad de expresión en materia de cobardía. El anonimato cuando se tiene una dirección IP no es posible. Acepto consejos pero no voy a admitir órdenes de fijación de domicilio . Eso igual con el código del 44.
Con su tesis EEUU seguiría habitado por las tribus indias. Hay que salir de la aldea cuando la aldea lo único que te proporciona es la nada.
Y, con tu tesis "anónima", que no tienes la valentía de dejarnos tu nombre y apellidos como el que suscribe, los menores permanecerán habitando las escolleras del puerto de Ceuta "for ever", mientras tu duermes calentito en tu casa.... A ver si te das cuenta, que los menores se merecen una vida digna que no mendigar por nuestras calles... Y, ¿Cuándo se acercan a ti sentado en la plaza de Los Reyes o en la Avenida Sánchez Prado, pidiéndote que los alimentes, que es lo que haces te los lleva a tu casa y le das de comer y cama? A ver, valiente solidario ceutí, ¿QuÉ es lo que haces?
- ¿No estarían mejor en su país al lado de su familia y en su entorno, y en su propia cultura?? 0, ¿acaso PREFIERES QEU CAIGAN EN MANOS DE LAS BANDAS MAFIOSAS PARA DILINQUIR ? ANDA, VENTE A LA PENINSULA Y A EUROPA Y COLUMBRA COMO VIVEN ESTOS NIÑOS, SÓLO TIENES QUE VISITAR SUS ALBERGUES,,,
LA SOLUCIÓN NO ES QUE VENGAM, SINO IR NOSOTROS A SUS PAISES, Y CREAR INDUSTRIAS Y RIQUEZA, PARA QUE PUEDAN VIVIR DIGNAMENTE EN SUS PROPIAS CULTURAS Y TRADICIONES....
NADIE DEBERIA ABANDONAR SUS PROPIOS PAISES, SINO DARLES UNA CAÑA PARA QUE ELLOS PUDIERAN PESCAR SUS PROPIOS PECES.... LA EMIGRACIÓN ES UNA NUEVA FORMA DE ESCLAVITUD, COMO CUANDO LLEVARON A LOS NEGROS DE ÁFRICA A AMERICA, UN NUEVO RÉGIMEN DE ESCLAVOS.... MANUEL.