“Estamos muy ilusionados. Está gira llevará una gran carga emocional. Es volver a hacer lo que más nos gusta, bailar. Reencontrarte con los aplausos del público, recibir su calor es algo que necesitamos”. Con estas palabras Rafel Oliver, de la Factoría Cultural, responsable de la gira del Ballet de Moscú y de la función que se llevará a cabo en Ceuta, describió lo que sienten al volver a los escenarios y cuáles son las expectativas que tienen con su presentación a finales de octubre.
El próximo domingo 31 de octubre, como parte de su Winter Tour 2021-2022, el Ballet de Moscú volverá a nuestra ciudad con ‘El Cascanueces’, en una presentación que se llevará a cabo en el Teatro Auditorio Revellín a las 20.00 horas.
De acuerdo con Oliver, “una de las premisas del Ballet de Moscú desde su nacimiento es acercar la danza clásica al mayor número de gente posible”. Por esta razón, “aunque en ocasiones, logísticamente hablando, resulte un poco más complicado, siempre hemos de intentarlo”.
“No podemos más que dar lo mejor de nosotros en cada ocasión ”
Y precisamente desde hace unos 10 años suelen incluir a Ceuta en las giras como parte de esta filosofía. “Con Ceuta lo intentamos y lo conseguimos, y desde la primera vez, pudimos observar que había mucha pasión en la ciudad por la danza, por lo que hemos vuelto siempre que ha sido posible. Y hoy por hoy, ya existe una relación muy estrecha, es como reencontrarte con amigos cada vez que vamos”.
“Nuestra relación con Ceuta ya es muy intensa. Es un público con mucho criterio”
Pero Oliver ha ido un poco más allá al describir y también halagar al público ceutí, señalando que, “además de apasionado, es un público muy agradecido y no podemos más que dar lo mejor de nosotros en cada ocasión que se nos da la oportunidad de regresar”.
“Nuestra relación con Ceuta ya es muy intensa. Es un público con mucho criterio al que le puedes entregar todo tu trabajo y esfuerzo y lo agradece con mucha pasión”, agregó.
Los efectos de la pandemia sobre el arte
Después de más de un año de pandemia, en el que las actividades culturales se han suspendido o se han reducido al mínimo atendiendo a las medidas sanitarias, el poder ofrecerle al público este tipo de espectáculos adquiere un significado especial y sobre esto Oliver destacó que “sin duda han sido tiempos muy difíciles para todo el mundo”.
Contó que “en nuestro caso en concreto, al principio, y viendo la situación, aprovechamos el tiempo saliéndonos de las rutinas que te marcan las giras, los kilómetros, el estrés de trabajar de cara a calendarios y nos centramos en recuperar la esencia de nuestro proyecto. Desde la tranquilidad, volvimos a analizar coreografías, dramaturgias, iluminación, con la intención de revisarnos a nosotros mismos y mejorar lo que se pudiera”.
Entonces, haciendo un análisis de la situación, consideró que en definitiva “este alto en el camino no nos vino mal, eso sí, al principio, ya que se ha hecho demasiado largo para todos”.
Finalmente, Oliver señaló que “la incertidumbre de cuándo volveríamos a realizar giras ha sido agotadora, ya que cada día has de estar preparándote, realizando clases, ensayando para cuando se pudiera volver a subir a los escenarios”.
Afortunadamente ese momento llegará muy pronto y para Ceuta específicamente será el próximo domingo 31 de octubre, a las 20.00 horas, cuando el público podrá volver a disfrutar de ‘El Cascanueces’ con el Ballet de Moscú, cuyas entradas ya están disponibles para la venta.
Una visita muy especial en diciembre
La Navidad de 2019 en Ceuta quedó oficialmente inaugurada en el Teatro Auditorio del Revellín con la visita del Ballet de Moscú para interpretar el gran clásico de la danza: El Cascanueces. Con una gran afluencia de público, en esa oportunidad los integrantes de la famosa compañía rusa deleitaron a los espectadores con la recreación de este cuento ambientado en un entorno navideño. En una obra llena de fantasía; los protagonistas Clara y El Cascanueces transportaron al auditorio hasta un cuento fantástico lleno de aventuras y les ofrecieron danzas de una gran factura, todo esto gracias a la coreografía original preparada por Marius Petipá y Lev Ivanov.