Los guardacostas de la Marina Real de Marruecos han arrestado este miércoles a tres supuestos traficantes de nacionalidad española en el Estrecho de Gibraltar tras una persecución en alta mar del zodiac en el que viajaban en dirección a España.
Según informó una fuente militar, cita EFE, la operación se produjo frente a las costas de Alcazarseguir, en el noreste del país entre Tánger y Ceuta, y en ella la Marina Real se incautó de una tonelada de hachís. Los arrestados y el alijo fueron llevados hasta el puerto de Alcazarseguir, donde fueron entregados a la Gendarmería Real.
Esta es alguna de las varias intervenciones que lleva a cabo la Marina Real del vecino país, que no solo se dedica a perseguir el delito de drogas, sino también el de la inmigración.
Marruecos está históricamente entre los principales productores mundiales de hachís, una droga procesada principalmente en el norte montañoso del país (cordillera del Rif y alrededores) sobre una superficie de más de 47.000 hectáreas y donde hay alrededor de 90.000 campesinos dedicados a su cultivo.
El país aprobó recientemente una ley que legaliza los usos médicos e industriales del cannabis, que entre sus objetivos figura también acabar con el tráfico de esta planta una vez procesada y convertida en hachís.
La legalización del cannabis fue histórica toda vez que Marruecos, que es el principal productor mundial de esta planta, según los listados anuales de la UNODC (organismo de la ONU contra la droga y el delito), ha mantenido desde su independencia una política de prohibición estricta del cultivo, transformación y consumo de esta planta.
En Marruecos hay -se calcula- un mínimo de 47.000 hectáreas dedicadas al cultivo de esta planta, principalmente en torno a las montañas del Rif, aunque esta cifra data ya de hace diez años y no ha sido actualizada.