Las relaciones entre España y Marruecos se han caracterizado por el conflicto; así lo considera el doctor en Relaciones Internacionales Marcos Roberto Pérez González (Melilla, 1973). El historiador y sociólogo ha presentado esta tarde su libro ‘El conflicto hispano-marroquí. Las relaciones hispano-marroquíes bajo los gobiernos socialistas (1982-1996)’, editado por el Instituto de Estudios Ceutíes.
La obra “es fruto de una tesis doctoral presentada en 2012”, ha explicado Pérez González a ‘El Faro’. Durante este tiempo, el autor ha estado trabajando en el texto “para darle un estilo más divulgativo”. La investigación se centra en el periodo histórico que abarca los mandatos de Felipe González porque “es la etapa en la que se fragua la política exterior española que va a perdurar en el tiempo”. El historiador recuerda que los distintos gobiernos que han pasado por Moncloa han continuado con la misma forma de actuar: “Ha sido una política inalterada. Se basa en los presupuestos propios de los años setenta y ochenta”.
La política exterior española sigue los mismos principios que en los años ochenta
El libro analiza la acción exterior española y la marroquí, lo que le permite extraer una conclusión y crítica: necesitan actualizarse. “Cuando se crea esta política todavía estamos en la Guerra Fría. Es que ha pasado mucho tiempo y han cambiado muchas cosas en el ámbito internacional, también en el Magreb”, observa Pérez González. El autor ha enumerado algunos de las acontecimientos más notables para España, como su integración en al Unión Europea, en la OTAN o, en un contexto más amplio, la transformación de la agresividad del Frente Polisario.
“Son cambios tan grandes y tan amplios que si no te pones a hacer readaptaciones de actuación exterior , al final lo que tienes es una política exterior anquilosada y que es incapaz de responder al conflicto que te plantea la otra parte, que sería en este caso Marruecos”, adujo el historiador.
La acción exterior de España se ha centrado en la estabilidad del entorno regional, la seguridad, y en la concepción de la política de equilibrio y la cooperación. Pérez González señaló que son elementos “que deberían readaptarse para poder afrentar los peligros y riesgos que tiene España en la nueva coyuntura”. La crisis vivida en Ceuta entre el 17 y el 18 de mayo es una prueba de que se precisa cambiar. “Ha sido brutal e inaceptable por parte de Marruecos”, afirma el doctor en Relaciones Internacionales.
El autor propone modificar la actuación exterior española en algunos puntos clave. El primero, optar por “una política de equilibrio real”: “España no debería tener socios preferentes”. De este modo, el historiador plantea “tener relaciones con todos los países en términos de igualdad” en la región del Magreb y el Sahel. Y tratar cada cuestión —lucha contra el terrorismo, cooperación en materia energética o inmigración— con cada Estado.
“En la cuestión marroquí pienso que tendríamos que empezar a sustituir el concepto de cooperación por el concepto de negociación”, ha añadido. Marcos Roberto Pérez indicó que el pago de determinadas cantidades de dinero a un país para que controle las fronteras es inútil: “No funciona con Marruecos, tampoco funciona con Turquía. Por tanto esas políticas no sirven”.
El investigador alude a que un momento de crisis representa también una oportunidad: “Frente a las amenazas marroquíes y frente a la presión de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, deberíamos mejorar la incardinación y la inserción de ambas ciudades primero en España y en segundo lugar en el marco de la Unión Europea”.
Marcos Pérez propone sustituir el concepto de cooperación por el de negociación
Con estas palabras el historiador se ha referido a que ambas localidades entren en la unión aduanera del espacio Schengen, que se modifique el sistema de gestión fronteriza, a “constitucionalizar la figura de ciudad autónoma y se le dote de unos estatutos “similares al resto, con alguna delimitación competencial”. Además, otra material prioritaria sería “incluir el paraguas defensivo de la OTAN sobre Ceuta y Melilla”, una asunto “más complicado” porque también atañe a Estados Unidos y Gran Bretaña.
“EEUU tiene una política de cierta alianza con Marruecos aunque ha reconocido la españolidad de Ceuta y Melilla; es un equilibrio que intenta mantener lo que hace muy difícil en ese caso proceder con claridad a este reconocimiento”, explica Pérez González. Sin embargo, agregó, “todo se puede negociar”. “Lo que no se puede hacer es no hacer nunca nada, la política que no sirve es el inmovilismo”, zanja.
Pérez González se licenció en Historia en la UNED y en Sociología en la Universidad de Zaragoza. Es doctor por la Universidad de Santiago de Compostela y trabaja como profesor interino de Educación Secundaria.