El Círculo de Silencio ha vuelto a reunirse esta tarde, de manera virtual, para poner de manifiesto la merma de derechos que sufren los inmigrantes, haciendo alusión específica a la entrada de más de 100 personas el pasado 25 de abril a Ceuta y su posterior devolución a Marruecos.
“En Ceuta, entre los días 24 y 26 de abril entraron a nado alrededor de 120 personas. Entre ellas, había grupos de menores que se lanzaron al mar desde una playa de una ciudad cercana al espigón del Tarajal. Estos hechos transcurrieron ante la inacción de la Gendarmería Marroquí y con el fallecimiento de dos personas y la hospitalización de otras tres con síntomas de hipotermia. A estas cifras, se han de añadir las otras tantas personas desaparecidas en el mar. Dos días después, la gran mayoría fue devuelta a Marruecos, en una operación administrativa conjunta que no permitió garantizar la atención individual de cada situación personal, ni el derecho a asistencia y acompañamiento legal y jurídico”, denuncian.
La negación de derechos o la problemática que afecta de manera sangrante a la Frontera Sur se pone en evidencia en situaciones como esta, que ha motivado la denuncia del Círculo de Silencio. “La Frontera Sur se convierte así en un espacio donde las personas se aventuran entre bloqueos y el riesgo de ser devueltas sin garantía alguna”.
Ya no solo se trata de pérdida de derechos sino, también, de persecución. Porque en este Círculo de mayo se ha tenido muy en cuenta la figura de la activista Helena Maleno, que fue obligada a abandonar Marruecos. “No se trata únicamente de negación de derechos, sino que también se trata de persecución y violencia hacia aquellas personas que denuncian y luchan por los derechos de las personas migrantes y refugiadas, tal y como hemos visto materializado en el caso de Helena Maleno, activista, periodista y fundadora del colectivo ‘Caminando Fronteras’, hacia la cual se ha acrecentado la persecución y el acoso desde que fue expulsada de Marruecos como consecuencia de su activismo en el campo de los derechos humanos y la migración”, recuerdan.
Como medidas para hacer frente a esta situación se pide desde el Círculo de Silencio que cesen las “devoluciones y las deportaciones que se practican sin la atención jurídico-legal y sin respetar las garantías legales observadas en la legislación nacional e internacional de las personas migrantes en la Frontera Sur”, amén de que se aporte “una atención humanitaria y los recursos de acogida, traducción y acompañamiento legal y jurídico que garanticen un trato justo y digno”.
Así también se reclama la adopción de rutas “seguras y legales que posibiliten una movilidad justa y humana que no ponga en compromiso la integridad de las personas que deciden abandonar sus lugares de origen” y que se proteja a las personas defensoras de los derechos humanos. “Desde Europa y España debemos despojarnos de esta doble moral nos hace cómplices del sufrimiento y de la injusticia. Por eso, seguiremos reuniéndonos cada segundo miércoles de cada mes hasta que no dejemos de ver muerte, violencia, impunidad y vulneración de los derechos humanos en nuestras fronteras”.
Ceuta no solo ha protagonizado este Círculo de Silencio sino que también se ha tenido una especial atención a Canarias, en donde se aplica también una política de bloqueo, con custodias policiales a madres con recién nacidos llegados en pateras y con dramas como la muerte de 24 personas en un cayuco, a una distancia de 500 metros de la costa.
La merma de derechos que sufren los migrantes es por parte de su pais marruecos y su amado rey mojame sesto .