Las mejoras introducidas por Acemsa en la red de distribución de agua de Ceuta ha permitido rebajar en un 20% en apenas dos años, desde 2019 a lo que va de 2021, la producción diaria de agua de la desaladora, que ha pasado del entorno de los 25.000 metros cúbicos al día a unos 20.000 en los tres primeros meses de este año.
Solamente durante el año pasado la empresa municipal destinó casi 8,5 millones de euros a actuaciones en la red repartidas por toda la ciudad que fueron adjudicadas a unas cuarenta empresas, contribuyendo también al sostenimiento de la actividad económica en plena crisis de la pandemia.
Actualmente, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, del total del volumen suministrado, 8.399.461 metros cúbicos provienen de la planta desalinizadora de agua de mar, 533.650 de aguas de manantiales y 446.114 de los embalses de El Renegado y El Infierno.
En la gestión de los recursos se busca “un equilibrio entre garantía, calidad y coste”. De acuerdo con el organismo regulador, “este último término es de gran importancia dado que el agua de la ETAP es considerablemente más económica que la desalinizada”.
Los problemas de suministro por escasez de recursos, que en la península reside habitualmente en la sequía meteorológica, es decir, en el déficit en precipitaciones, tiene unas características “distintas” en Ceuta, donde el 90% del agua suministrada para el consumo urbano proviene de la planta desalinizadora, por lo que la imposibilidad de satisfacer la demanda no radica en la escasez de precipitaciones, sino, principalmente en una incidencia en la planta que afectara a su producción.