La Consejería de Educación y Cultura prevé lanzar de inmediato con un presupuesto de 585.000 euros la convocatoria de concesión de ayudas a los centros educativos de Ceuta para la adquisición del equipamiento necesario para prevenir la concentración de aerosoles contaminados por el coronavirus. Las bases reguladoras con las que trabaja el Gobierno local prevén que las ayudas se otorgarán “en proporción al número de aulas de cada centro” a razón de 1.000 euros por cada una que necesite ser equipada. El importe máximo de las ayudas a cada centro es de 15.000.
Los centros deberán solicitarlas para comprar aparatos que midan la concentración de CO2 en el aire advirtiendo de una deficiente ventilación y los sistemas purificadores de aire basados en filtros HEPA que retienen las partículas en suspensión.
Podrán concurrir a la convocatoria los centros educativos tanto públicos como privados sostenidos con fondos públicos que imparten enseñanzas oficiales no universitarias autorizadas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y las entidades educativas con sede en el Campus universitario, es decir, la Facultad de Educación, Economía y Tecnología (UGR), la de Ciencias de la Salud (UGR), el Centro Asociado de la UNED y el Instituto de Idiomas.
Las ayudas se otorgarán a todos los centros educativos solicitantes en función de las aulas que tenga cada uno de ellos según el informe que elabore el Negociado de Educación de la Consejería a partir de lo declarado por la dirección del centro en el modelo de solicitud y según la información recabada de la Dirección Provincial del MEFP, en los centros que dependen de ella.
El abono de las ayudas se efectuará al beneficiario tras la resolución por la que se otorguen (que se evacuará en el plazo máximo de un mes a partir de la fecha de finalización del plazo de presentación de solicitudes)y a ser posible en un solo pago.
Para la justificación de las ayudas los centros deberán presentar una memoria económica (con una relación de las compras realizadas y su coste, con el desglose de cada uno de los gastos en que se haya incurrido) y otra de actuación “justificativa del cumplimiento de las condiciones impuestas en la concesión de la ayuda” en la que se detalle “la distribución de los dispositivos adquiridos entre las aulas y espacios cerrados del centro y los criterios seguidos en la selección de los mismos”.
Deberá no sólo acreditarse el gasto mediante la presentación de las facturas y el pago de las mismas conforme a la Guía de Subvenciones de la Ciudad de Ceuta.
Ventilación e invierno, “incompatibles”
Las medidas de prevención contra la pandemia desde el inicio del curso 2020-2021 han subrayado la importancia de una adecuada ventilación de las aulas para evitar la concentración de aerosoles contaminantes, pero la llegada del invierno y las condiciones meteorológicas adversas experimentadas a mediados de diciembre de 2020 e inicios de enero han provocado situaciones “en las que era incompatible la ventilación de las aulas y el mantenimiento de una mínima confortabilidad en las clases ante la lluvia y el frío”, según reconoce el Área de Educación, que atendió la propuesta realizada por Caballas para comprar purificadores.
La Intervención echa en falta un informe técnico sobre los aparatos “idóneos”
El informe de la Intervención de la Ciudad sobre el expediente iniciado para conceder ayudas a los centros educativos para la compra de purificadores de aire en espacios escolares “echa de menos” la elaboración de un informe técnico “que explique cuáles serían los aparatos y dispositivos idóneos para los fines que se pretenden con la subvención, de forma que puedan servir para que los colegios las tengan en cuenta a la hora de elaborar sus propuestas y al mismo tiempo evite la adquisición de artículos cuya eficacia no haya sido contrastada”.
“En este caso”, advierte en su dictamen, “no se ha definido el material que podrá ser adquirido por los centros, lo cual dificulta la selección de los mismos y las cantidades a otorgar a cada uno de ellos, ni se han establecido los baremos para puntuar las solicitudes en virtud de unos ‘méritos’ que no constan en ninguna parte”.
“Dada esa indefinición y la circunstancia de que todos los concurrentes dependen de un mismo órgano administrativo como es el Ministerio de Educación no parece que se den las condiciones para calificar este procedimiento de concurrencia competitiva, precisamente porque no se han establecido las normas de la competencia”, ha señalado también.
Desde su punto de vista “parece más oportuno otorgar estas subvenciones de forma directa, como se realiza la práctica totalidad de las otorgadas por la Ciudad o, en su defecto, recurrir el procedimiento que se estima más adecuado: que sea la Ciudad quien licite la adquisición del material que se desee adquirir y luego sea repartido entre los centros docentes en atención a las necesidades de cada uno de ellos”, una opción que en principio se ha desechado porque se ve imposible disponer de los equipos con la urgencia necesaria para que sean útiles ya.